Sólo el 7% de la comunicación del día a día es verbal. La mayor parte de lo que comunicamos, de forma consciente o inconsciente, es a través de la comunicación no verbal [1]. De esta premisa nace la práctica de la Programación Neurolingüística (PNL), es decir, el conjunto de técnicas que permiten procesar y comunicar de forma consciente desde el lenguaje no verbal [2], así como reprogramar la mente para responder de forma diferente a unos determinados estímulos o mensajes.