Academia

En un solo día, una persona recibe un sinfín de estímulos que influencian su consumo, ya sea indirecta o directamente. Los profesionales del marketing estudian el comportamiento de las personas en el proceso de compra, sus reacciones y sus impulsos ante ciertos estímulos, con el fin de establecer las mejores estrategias de venta. Esta práctica se conoce como neuromarketing. [1]

Desde 2019, se han implantado cambios en los permisos de maternidad y paternidad. Su gestión es un punto importante en la planificación en la oficina de farmacia, con el fin de conciliar los derechos de todos los trabajadores y establecer una buena organización. Esto se debe a que, en ocasiones, los cambios organizativos pueden hacer que los horarios de los trabajadores sean difíciles de cuadrar. [1]

Tener una imagen de marca en redes sociales puede ser una parte vital de la estrategia de marketing de la oficina de farmacia. La presencia en las redes sociales puede añadir valor a la farmacia mediante el contenido que se comparte y la imagen de marca que se proyecta. Así, la oficina de farmacia puede darse conocer más en profundidad y a un mayor número de usuarios. Esta estrategia, que a la larga ayuda a impulsar las ventas, se conoce como “social selling”. [1]

Según varios estudios, la población de España ya pasaba aproximadamente 11 horas al día delante de una pantalla antes de la pandemia de coronavirus. Desde el inicio del confinamiento, esta cifra ha aumentado para muchas personas debido a factores como el incremento del teletrabajo. [1]

Desde la farmacia, se pueden detectar problemas de visión y ofrecer consejo a los pacientes sobre cómo cuidar la vista para prevenir problemas en los ojos.

Cerca de 800.000 personas en España mayores de 50 años padecen degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), una enfermedad crónica del ojo que afecta a personas mayores, especialmente a mujeres. Esta enfermedad produce una pérdida de capacidad visual grave y representa una de las principales causas de problemas oculares [1].

La llegada del frío conlleva un aumento de los contagios de infecciones virales como el resfriado o la gripe. Este año, además, existe una preocupación añadida debido a la COVID-19, cuyos síntomas se pueden confundir fácilmente con otras afecciones respiratorias. Cabe destacar que las medidas para evitar el contagio por el nuevo coronavirus, como el distanciamiento social, el uso de mascarilla y la higiene de manos, también son esenciales para la prevención de la gripe.