La gestión de las redes sociales en la farmacia

Seguramente ya habrás oído eso de que, hoy en día, las redes sociales son una herramienta indispensable para las farmacias. Con la pandemia, se ha acelerado tanto la “digitalización” de las pequeñas empresas que hasta el quiosco de la esquina se ha hecho una cuenta en Whatsapp Business y se está preparando para lanzar su tienda online. Nosotros también tenemos que estar ahí.

Si estás leyendo esto, probablemente pensarás como yo: “es algo bueno para la farmacia, pero supone muchísimo curro y no tengo formación suficiente”. Eso pensaba yo hace 4 o 5 años, cuando empecé a llevar las redes y la web de la farmacia en la que trabajo. Ahora, después de muchísimas horas de formación, de trabajo y de hablar con otros compañeros, sigo pensando exactamente lo mismo. De hecho, cuando me ofrecieron escribir en este blog, lo primero que pensé fue: “¿La opinión del experto? Se han confundido de persona. Yo no soy experto en nada”. Se puede decir que tengo experiencia en el tema y mucha formación, pero ni experto ni buen ejemplo podrán definirme en esta área. ¿Entonces por qué escogí este tema? Pues simplemente porque es lo que más me apetecía.

Con la formación y el tiempo, vas descubriendo todas tus carencias. Lo que aprendes te ayuda a ver lo que aún desconoces. Nadie nos forma en marketing durante la carrera. A nada que empiezas a ver de qué va el tema, descubres que es todo un mundo en el que es muy fácil perderse. Por ello, mi recomendación para todo aquel que se encuentre perdido en este mundo digital es “ser auténtico”. No me importa si no lo estás haciendo del todo bien, ni me importa si no cumples los estándares que mandan “los expertos”. Lo importante es hacerlo y que te reconozcan. Te habrán dicho mil veces que tu imagen en Internet (tanto en tu web como en las redes) tiene que ser un reflejo de tu imagen en la farmacia. Pues es lo que más importa. Que la gente que te visita sepa que eres tú quién está ahí para ellos. Las redes no son sólo para vender; son para conectar con la gente. Háblales y escúchalos como lo harías en persona. Verás que tus seguidores son los mismos que vienen a la farmacia a por la medicación de sus padres o a por la crema del niño. No son desconocidos que viven en la otra punta del país. No te seguirán por las fotos de tus productos, ni por los sorteos de algún laboratorio. Te seguirán a ti y a tu equipo. Por que os conocen y confían en vuestros consejos.

A todo esto, los expertos del “copywriting” lo llaman “identidad verbal”. Es algo que lleva tiempo desarrollar y que requiere cierto esfuerzo. Pero una vez definas tu identidad verbal (no confundir con identidad de marca o branding), la gente sabrá que eres tú en todo momento. Da igual lo que publiques. Sabrá que estás ahí. Que eres tú quién le habla.

Puedes caer en la tentación de dejarlo todo en manos de una agencia de marketing y desentenderte. Tendrás presencia en internet y ellos cuidarán de tu imagen como tú les digas. Tener un “manual de identidad verbal” les permitirá comunicar como tú lo harías. Eso te ahorrará tiempo y trabajo sin renunciar a tu autenticidad, pero nunca delegues el trato con los clientes. No pondrías a alguien de fuera de la farmacia a atender a los pacientes en el mostrador. ¿Por qué lo haces si te hablan por internet? Son las mismas personas. Debéis ser tu equipo y tú los que contestéis a sus mensajes. No sólo por coherencia; también para saber qué necesitan tus clientes de ti. Sus consultas son información muy valiosa que te ayudará a crear contenido de valor para ellos.

Yo prefiero hacerlo todo por mi cuenta. Las fotos, los vídeos y los textos suelo hacerlos yo. A veces, convenzo a algún compañero de la farmacia para que haga algún vídeo o publicación. Cada vez son más participativos y es algo que agradezco un montón. No sólo por el trabajo que me puedan ahorrar, sino porque la gente quiere verlos a todos, no a mí todo el rato. Que no te de vergüenza salir en una foto o en un vídeo. Insisto en la idea de que quien te ve es el mismo cliente que te ve en el mostrador, y ahí no te da vergüenza que te vea la cara. Pues en Facebook, tampoco debería. La naturalidad en los vídeos es cuestión de entrenamiento, no de talento natural. Haz muchos y perderás toda la vergüenza.

En Internet, existen cantidad de cursos sobre marketing y redes sociales. Yo prefiero los más generalistas en lugar de los que se centran en el ámbito farmacéutico, pero esto debe ser sólo la base. A mí me gusta contar con ayuda de expertos a través de asesorías, mentorías y talleres. En una hora de asesoría con Alba Costa aprendo más de “copy” que un curso de 4 horas. El hablar de tú a tú con expertos es una forma muy eficaz de aprender si estás dispuesto a aplicar sus consejos y tienes una mente abierta. Si vas con la idea de que tú sabes más, no sacas nada de provecho.

Por último, también es importante hablar entre nosotros. Entre compañeros. Si algo sé de redes es que siempre encontrarás quien te ayude y a quien poder ayudar. Compartir experiencias e ideas nos enriquece a todos, así que si crees que yo te puedo ayudar en algo, búscame. No tengo marca personal, pero soy fácil de encontrar.

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