Araceli de la Fuente: “Aunque tengo 89 años, estoy contenta en mi farmacia y no tengo pensado dejarla”

Araceli de la Fuente: “Aunque tengo 89 años, estoy contenta en mi farmacia y no tengo pensado dejarla”

La farmacia Fuente Vega es toda una institución en Benavente, el pueblo de Zamora en el que se encuentra. Desde 1945 lleva abierta y Araceli de la Fuente Vega es la responsable de su gestión desde 2006.

Araceli nació en un pueblo de León en 1928 y trabaja como farmacéutica desde hace más de 50 años. Araceli acaba de recibir el premio Autónomo del año a la trayectoria profesional de manos de la ministra Fátima Bañez y el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor.

 

¿Siempre ha estado en la misma ubicación?

Sí. La farmacia siempre ha estado en Benavente, Zamora. Hay que decir que desde 1945 la farmacia ha tenido diferentes propietarios, aunque el servicio y atención al cliente siempre ha pretendido seguir un mismo patrón en cuanto a calidad y prestación farmacéutica.

 

¿La denominación de la farmacia ha sido siempre la misma?

No. Sin embargo, el nombre de la farmacia ha cambiado solo dos veces en los últimos 70 años. Bajo los dos primeros gerentes de la farmacia, Josefina Vazuez y Joviniano García, la farmacia se llamó Farmacia Moderna. Desde 2006 y hasta ahora, la farmacia se ha llamado Farmacia Araceli de la Fuente Vega.

 

¿Qué servicios ofrecéis en vuestra farmacia?

Los principales servicios farmacéuticos que ofrecemos desde la Farmacia Araceli de la Fuente Vega son dermofarmacia, parafarmacia, herboristería, ortopedia y dietética, entre otros. Este último punto es muy importante para nosotros, ya que podemos conocer con más detalle a nuestros clientes y recomendarles el seguimiento de dietas que se ajusten a sus necesidades.

 

Araceli, este año has recibido el reconocimiento de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) con el premio Autónomo del Año a la Trayectoria Profesional. ¿Qué se siente al ver recompensado tu trabajo de esta manera?

Es una gran alegría para mi haber recibido el reconocimiento de la ATA el pasado 6 de noviembre. Cuando la Asociación creó este premio hace ya algunos años su objetivo era reconocer el trabajo bien hecho mediante ejemplos de autónomos que pudieran servir de referencia a la sociedad para seguir apoyándolos.

En ningún momento pensé que pudiera merecer un premio como este, pero agradezco que hayan tenido en cuenta mi trabajo en el sector farmacéutico durante tantos años.

 

Tienes 89 años y lleva más de 50 años trabajando en el sector de la farmacia comunitaria. ¿Nos puede contar en cuántas farmacias ha trabajado?

He trabajado en 5 farmacias diferentes. Empecé como titular de farmacia en Manganeses de la Polvorosa, un pequeño pueblo de Zamora de apenas 700 habitantes. Allí estuve desde 1962 hasta 1994. También trabajé en San Emiliano, un municipio de la provincia de León, en Madrid, y entre 1994 y 1998 fui titular de farmacia en Gijón. Posteriormente regresé a Benavente, donde desde 2006 me encargo de la gestión de la Farmacia.

 

En estos más de 50 años, ¿cómo ha evolucionado la farmacia?

Se ha producido una gran evolución a nivel tecnológico. Cuando trabajaba en Manganeses disponíamos de realmente muy pocos recursos. Empecé a trabajar allí en 1962 y estuve 32 años. He visto la implementación y uso de las nuevas tecnologías en el entorno farmacéutico y no me deja de sorprender las facilidades que nos dan en nuestro día a día. Sin ir más lejos, la receta electrónica.

 

¿Qué cambios ha visto que se ha producido en el entorno de su farmacia?

En relación con el trato a las pacientes, yo no he notado en las diferentes farmacias en las que he estado una gran evolución en el trato a los pacientes. En la farmacia intentamos atender a los clientes como siempre lo hemos hecho, con cercanía, amabilidad. Que sientan que somos un consejero más y puedan confiar en nosotros.

Sin embargo, el cambio más destacado se ha producido en la forma de despachar. Con la introducción de las nuevas tecnologías, nuestro trabajo y día a día es mucho más fácil.

 

¿Echa algo de menos de la farmacia de hace 50 años?

Desde luego la formulación. Considero que años atrás se hacían muchas más fórmulas que ahora. La gestión de la farmacia ha virado hacia un entorno más asistencial, con un contacto más cercano todavía con el cliente, en el que el seguimiento de su salud es básico. Me encantaría que las farmacias recuperaran esta faceta que sí tenían hace 50 años.

 

¿Por qué decidió dedicarse al mundo de la farmacia?

Básicamente por motivos familiares. En mi familia ha habido una tradición e interés por la farmacia muy fuerte y es por ello que me decidí a estudiar farmacia.

 

¿Qué es lo que más le gusta de su farmacia?

Sin duda, el contacto con mis clientes y el entorno de la farmacia. Al llevar tantos años trabajando en un mismo sitio la relación con los clientes ya no es la misma y estableces una relación de confianza que nos facilita el trabajo y hace que este sea más agradable.

 

Con casi 90 años sigue en la farmacia. ¿Se ha planteado dejarla o tiene ganas de seguir?

No tengo pensado dejar la farmacia a corto plazo. Estoy contenta con lo que hago, con los clientes que entran cada día por la puerta. Tomaré la decisión sobre la marcha. De momento estoy a gusto trabajando y así quiero seguir.

 

¿Quién le ayuda en la gestión diaria de la oficina de farmacia?

En la farmacia me acompañan dos personas más, una farmacéutica y un auxiliar.

 

¿Hay más farmacéuticos en la familia?

Sí. Mi hija Araceli también es farmacéutica.

 

Tiene 14 nietos. ¿Alguno de ellos se dedica al mundo farmacéutico?

Por desgracia ninguno de ellos trabaja en el sector farmacéutico ni gestiona la farmacia. Espero que alguno de los más jóvenes que todavía tienen que tomar la decisión de qué quieren trabajar en unos años opten por la farmacia.

 

¿Cuál es su truco para mantenerse al pie del cañón con tanta energía?

Tomar mucho café. Me ayuda mucho a mantener la concentración y a tener energía desde primera hora de la mañana. Y estar entretenida desde luego también influye.

 

¿Qué herramientas de comunicación usáis con el paciente?

Principalmente estamos en contacto a través de correos electrónicos que vamos intercambiando. De este modo podemos saber cómo se encuentran, si les está funcionando el tratamiento que siguen y si las medicinas que toman son las adecuadas. Obviamente también reforzamos este contacto mediante llamadas de teléfono.

 

¿Mantenéis una comunicación fluida con médicos?

Sí. Estamos mucho en contacto con ellos por teléfono. Así es más fácil derivarles clientes que acceden a la farmacia y a los que nosotros no podemos dar respuesta.

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