Leire Andraca: “La cronicidad y el envejecimiento propiciarán la atención farmacéutica domiciliaria”
Leire Andraca lleva 25 años ejerciendo de farmacéutica y lo hace en la misma farmacia que fundó su tía hace más de medio siglo. Andraca nos cuenta cómo, aunque sus inicios en la profesión fueron influenciados por su familia, ha logrado desarrollar una vocación apasionada. Con un equipo de nueve personas y una clara orientación hacia el servicio asistencial, ha transformado su farmacia en un referente local. Además, nos habla de la importancia de la formación continua, su trabajo en SEFAC y su visión de la farmacia del futuro. Hablamos con ella.
Leire Andraca Iturbe
Farmacéutica comunitaria y Secretaria de SEFAC
Cuéntanos un poco de ti. ¿Cuántos años hace que ejerces como farmacéutica? ¿Por qué te decidiste a ser farmacéutica?
Pues es fácil, porque justo este año cumplo las bodas de plata desde que terminé la carrera. Empecé a trabajar en cuanto acabé de estudiar, así que ejerzo de farmacéutica comunitaria desde hace 25 años ya. Para ser sinceros, lo hice un poco obligada por mis padres. Mi tía, que vivía con nosotras y era como mi segunda madre, era farmacéutica y mi madre economista, y siempre nos decían a mis hermanas y a mí que lo mejor era que estudiáramos farmacia para que fuéramos autónomas, ya que ella había tenido malas experiencias en el ámbito laboral por ser mujer trabajadora por cuenta ajena. Ella siempre solía decir: “Estudiad farmacia y luego haced lo que queráis”, pensando que íbamos a poder dedicarnos a otras historias antes de trabajar. Lo cierto es que tuvimos la mala suerte de que mi tía falleció cuando todavía estaba estudiando, así que tuve que empezar a trabajar nada más terminar. También tengo que decir que agradeceré siempre esa “obligación” que nos hicieron, ya que me encanta mi profesión.
Háblanos un poco de la historia de tu farmacia. ¿Cuánto hace que está abierta? ¿Siempre ha estado en la misma ubicación? ¿La denominación de la farmacia ha sido siempre la misma?
Mi farmacia es la misma que abrió mi tía hace 51 años. Siempre ha estado en el mismo barrio, aunque los primeros cinco años, estuvo en otra ubicación a menos de 300 metros de la actual. Antes era la farmacia Ana Iturbe y luego ya ha sido la farmacia Andraca, aunque muchos pacientes siguen recordándola y llamándole Farmacia Iturbe, lo cual me hace mucha ilusión.
“Asociarnos a SEFAC nos permitió formarnos en servicios profesionales asistenciales para poder ofrecérselos a nuestros pacientes con garantía de calidad”
¿Cuántas personas forman parte del equipo de la farmacia?
Ahora mismo somos 9 personas en el equipo: cinco farmacéuticas y cuatro técnicos en farmacia. Cinco de nosotras llevamos más de 14 años trabajando juntas y en estos últimos 2 años se han incorporado cuatro personas, lo cual nos ha permitido ir renovándonos y adaptándonos a las nuevas generaciones dentro de un equilibrio.
“Hemos implantado un servicio de consulta y seguimiento de síntomas relacionados con la menopausia y ahora es el que más demandan nuestras pacientes”
¿Qué servicios ofrecéis en la farmacia? ¿Cuáles son los más importantes o los que destacaríais?
Desde que entré en la farmacia quise darle un giro a la forma que teníamos de trabajar, puesto que al principio éramos una botica que estaba cerca de un centro de salud y, prácticamente, no se hacía nada más que dispensar recetas.
Empezamos ofreciendo el sistema de reacondicionamiento de medicamentos utilizando SPD a los pacientes que detectábamos que tenían problemas con sus tratamientos. También realizábamos pruebas de analítica seca para ayudar a los pacientes que querían controlar la evolución de su patología.
El hecho de conocer y asociarnos a SEFAC, que es la sociedad científica de farmacia clínica, familiar y comunitaria, en 2008, nos permitió formarnos en servicios profesionales asistenciales farmacéuticos para poder ofrecérselos a nuestros pacientes con garantía de calidad. Comenzamos con el servicio de medida y control de la presión arterial y riesgo cardiovascular, que ha sido el que mayor demanda ha tenido desde que lo instauramos y continuamos con el de cesación tabáquica. También ofrecemos el servicio de revisión de la medicación en el que ayudamos a los pacientes a comprender su tratamiento y explicamos el uso correcto de cada medicamento. Desde hace cuatro años también hemos implantado un servicio de consulta y seguimiento de síntomas relacionados con la menopausia y últimamente éste es el que más demandan nuestras pacientes.
¿Cuál es el perfil de cliente que visita vuestra farmacia? ¿Piden muchos servicios farmacéuticos?
Los pacientes que acuden a nuestra farmacia son en su mayoría personas del barrio que nos conocen desde hace muchos años. También hay gente de paso que acude al centro de salud por alguna dolencia aguda. Y luego están los pacientes fieles que, aunque se muden a vivir a algún pueblo cercano, siguen viniendo a visitarnos de vez en cuando, y eso es un verdadero lujo.
¿Qué herramientas de comunicación usáis con el paciente? ¿Cómo os soléis comunicar con ellos?
Aunque sabemos que la comunicación más efectiva es la presencial, cuando estamos frente al paciente, muchas veces usamos el teléfono para solucionar consultas atendiendo a la conveniencia del paciente y, cada vez más, el WhatsApp. También hay algunos pacientes que nos consultan vía Instagram. Es cierto que desde hace unos meses contamos con una aplicación en la que nos podrían realizar encargos o trasladar consultas, pero, de momento, no está teniendo mucha demanda.
A nivel interno, utilizamos la plataforma SEFAC eXPERT para el registro de datos y ésta cuenta también con una aplicación para facilitar la comunicación con los pacientes que están incluidos en los diferentes servicios que prestamos, pero tampoco ha tenido mucho éxito, ya que nuestros pacientes siguen prefiriendo acercarse a la farmacia a que les facilitemos y expliquemos los informes que les realizamos.
“Participar en la sociedad científica me ha ayudado a realizarme profesionalmente, siento que estoy trabajando para que los farmacéuticos comunitarios seamos integrados en los equipos multidisciplinares de profesionales sanitarios”
¿Y con los médicos? ¿Mantenéis una relación fluida?
Sí, con la mayoría de ellos mantenemos una relación fluida. Nuestra situación, tan cerca del centro de salud, lo facilita. Además, el hecho de que contamos con varios pacientes que disfrutan de la herramienta de SPD que les preparamos quincenalmente, hace que tengamos que estar en continua comunicación con los médicos de familia de dichos pacientes para hablar sobre los problemas relacionados con los tratamientos, la evolución de los mismos…
Además de farmacéutica comunitaria, también formas parte de la ejecutiva de SEFAC en Euskadi y has coordinado el grupo de salud de la mujer. ¿Cuáles eran tus funciones y qué te han aportado?
Formo parte de la Junta Directiva nacional de SEFAC desde hace 8 años, los últimos 6 como secretaria. Formé parte del grupo promotor que impulsó la creación de la delegación de Euskadi, ya que creíamos que era importante contar con una delegación autonómica para acercar los proyectos nacionales a nuestro entorno. Participar en la sociedad científica me ha ayudado a realizarme profesionalmente, ya que siento que estoy trabajando en aras de la profesión para que los farmacéuticos comunitarios seamos integrados en los equipos multidisciplinares de profesionales sanitarios que trabajan coordinadamente para mejorar la salud de los pacientes.
Como coordinadora del Grupo de Trabajo de Salud de la Mujer, mi función fue la creación y crecimiento del grupo junto a mis compañeras Maite Climent, Inés Mera, Neus Caelles y Bartolomé Domínguez. Después de cuatro años desde su creación, es un grupo muy activo, que cuenta ya con alrededor de 60 miembros trabajando en diferentes áreas de interés relacionados con la mujer como perspectiva de género, cáncer de mama, osteoporosis, menopausia y salud sexual, entre otros.
“Como profesionales sanitarios, nuestra formación debe ser continua, puesto que los avances en investigación son constantes y tenemos la responsabilidad de estar actualizados”
La gestión en el día a día de la farmacia es vital, según tu experiencia ¿qué destacarías? ¿qué es lo más importante para optimizar las tareas? Y ¿qué crees que falta en la farmacia comunitaria en cuanto a gestión?
Lo más importante para la buena marcha de la farmacia, como en cualquier aspecto de la vida, es rodearte de un gran equipo, en el que tengas confianza y con el que haya una buena comunicación bidireccional.
En mi caso, lo que más me ha ayudado ha sido delegar responsabilidades para que cada persona del equipo se encargue de un área específica, en principio la que más le guste y se encuentre cómoda. Creo que eso ayuda a que las personas del equipo también crezcan y se desarrollen.
Pero para que los farmacéuticos comunitarios encuentren en la farmacia comunitaria un campo de desarrollo de su profesión es necesario que se lleve a cabo un plan de carrera profesional, así como que se implante la especialidad en farmacia comunitaria.
También eres formadora, tanto en cursos de SEFAC como en el COF Bizkaia. ¿Cuáles son las necesidades de formación que has detectado?
Como sanitarios creo que nuestra formación debe ser continua, puesto que los avances en investigación relacionados con la salud son constantes y tenemos la responsabilidad de estar actualizados para trasladar nuestro conocimiento a la población. Las necesidades, por tanto, son fruto de ser farmacéuticos y el hecho que necesitamos estar actualizados con los últimos estudios y evidencias.
“Los farmacéuticos tendremos que adaptarnos a los pacientes con servicios asistenciales a distancia, apoyados en herramientas tecnológicas, y atención domiciliaria para la población que lo requiera”
¿Cómo imaginas la farmacia comunitaria del futuro?
Pienso que el paciente cada vez va a ser más demandante y los farmacéuticos comunitarios nos vamos a tener que adaptar ofreciendo servicios profesionales farmacéuticos asistenciales a distancia, apoyándonos en las nuevas herramientas tecnológicas. La cronicidad y el envejecimiento de la población también creo que nos va a llevar a que tengamos que realizar atención farmacéutica domiciliaria a pacientes que lo requieran.
Además, sueño con que podamos ayudar a descongestionar las consultas de atención primaria gracias a que seamos los profesionales a los que acudan los pacientes por protocolo para tratar síntomas menores o derivarlos a otros profesionales, si fuera necesario, como sucede en otros países europeos.
Por último, ¿qué mensaje le darías a un estudiante de farmacia que tiene toda su carrera profesional por delante?
Por lo que conozco, que es la farmacia comunitaria, animaría a los estudiantes con inquietudes asistenciales a que se dediquen a ella, puesto que es muy enriquecedor situarse al lado del paciente. Además, de cara a su desarrollo profesional, les aconsejaría que si quieren ejercer en este ámbito, se asociaran a SEFAC, puesto que como sociedad científica les va a brindar la oportunidad de colaborar en el impulso de la profesión, participar en el sistema asistencial, investigar en farmacia comunitaria, incluso colaborando en la generación de evidencia científica, conectar con farmacéuticos con los mismos intereses e inquietudes y les va a permitir seguir formándose como farmacéuticos asistenciales.
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