Nacho Migoya: “Somos la clave para resolver diferentes problemas de salud menores y disminuir la tensión asistencial que hay en estos momentos”
A Ignacio Migoya, Nacho, la pasión farmacéutica le viene en los genes: es la tercera generación asturiana de farmacéuticos. Criado en la botica, tanto sus hermanos como él decidieron seguir con la tradición y, pese a estar durante más de 20 años en la botica que fundó su abuelo, hace apenas dos que ha creado su propio proyecto. Nos lo cuenta en la siguiente entrevista.
Nacho Migoya
Farmacéutico, óptico-optometrista y Técnico Superior en Audiología Protésica
Cuéntanos un poco de ti. ¿Cuántos años hace que ejerces como farmacéutico? ¿Por qué te decidiste a ser farmacéutico?
Desde muy pequeñito ya sabía que la farmacia me apasionaba. Mi abuelo fue farmacéutico, luego mi padre, más tarde mis hermanos mayores y, al final, yo también me decidí por estudiar esta maravillosa carrera. Quizá tenga mucho que ver la pasión con la que mi padre nos transmitía en qué consistía ser farmacéutico o también las horas que pasábamos en la farmacia después del colegio, ya que vivíamos justo enfrente de nuestra botica.
¿Cuánto hace que está abierta la farmacia dónde trabajas? ¿Siempre ha estado en la misma ubicación? ¿Ha sido siempre el mismo nombre?
Después de más de 20 años trabajando en la farmacia que en su día adquirió mi abuelo en el año 1940, decidí empezar de nuevo. Buscar un proyecto que me volviese a llenar y que estuviese sin explotar. Fueron 20 años maravillosos, compartiendo primero con mi padre y mi hermana y después mano a mano con mi hermana. Es una farmacia de toda la vida de Oviedo, con un montón de servicios implantados: SPD, Formulación Magistral, control de parámetros, servicio de dermo, etc. Un equipo en el que llegamos a ser 9 personas y 12 horas de apertura diaria, pero tenía ganas de resetearme, de empezar algo mío desde cero y amoldarlo a mi gusto.
Después de dos años de búsqueda apareció lo que buscaba. Y aquí estoy, desde diciembre de 2022, disfrutando cada día de los avances y las cosas que vamos incorporando a la nueva farmacia. La nueva botica está muy pegada al centro, pero es una zona residencial con muchas cuestas, lo que hace que tu público sea muy estable. Soy el tercer titular que pasa por aquí.
Al final el apellido Migoya está muy relacionado con la farmacia en Oviedo y no quería perderlo, de ahí que la farmacia se llame Farmacia Nacho Migoya. Para mí, es una forma de entender la farmacia de la que nos hemos ido empapando desde que mi abuelo se lanzase a esta aventura farmacéutica.
¿Cuántas personas forman parte del equipo de la farmacia?
Somos tres personas en el equipo: una farmacéutica adjunta, una técnica y yo.
¿Qué servicios ofrecéis en la farmacia? ¿Cuáles son los más importantes o los que destacaríais?
En cuanto a los servicios, es una de las apuestas más importantes de este proyecto. Queremos llegar a ser una farmacia que pueda dar una atención 360º a nuestros pacientes. Ahora mismo ya tenemos implantado el servicio SPD, control de parámetros, servicio de dermo, asesoramiento capilar y, después del verano, incorporaremos el servicio de pie diabético.
¿Cuál es el perfil de cliente que visita vuestra farmacia? ¿Piden muchos servicios farmacéuticos?
Nuestros clientes son del barrio, una mezcla entre gente mayor y matrimonios con hijos. Por ahora, no nos ha dado tiempo a desarrollar los servicios al nivel que me gustaría, pero a partir de septiembre empezaremos a darle más visibilidad. También tenemos un hospital privado cerca y muchos pacientes vienen después de la consulta a por su tratamiento, aunque la mayoría es gente de paso.
¿Qué herramientas de comunicación usáis con el paciente? ¿Cómo os soléis comunicar con ellos?
Por ahora, no estamos utilizando nada, estamos en pleno proceso de captación de datos para poder hacer campañas dirigidas y no comunicaciones masivas. En septiembre empezaremos con la comunicación mediante llamada y SMS para comunicar nuestras acciones.
“Muchos de nosotros ya nos comunicamos más por redes tipo Instagram que por WhatsApp, es una comunicación rápida que debemos aprovechar”
¿Y con los médicos? ¿Mantenéis una relación fluida?
Si, la verdad que sí y es muy de agradecer.
Dentro del mundo de la farmacia, fuiste uno de los pioneros en utilizar las redes sociales. De hecho, tu farmacia tiene una comunidad muy importante. ¿Cómo detectaste esta necesidad? ¿Cómo crees que evolucionará el tándem farmacia y redes sociales?
Todo comenzó en el año 2008 o 2009. Eran años en los que compatibilizaba mi trabajo en la farmacia familiar con media jornada en una óptica que abrí con mi amigo Luis en un pueblo cercano a Oviedo. A través de Facebook empecé a contactar con gente conocida con los que había perdido el contacto y de repente me encontré con que nos pedían a nosotros las lentes de contacto. Les era más cómodo recibirlas en su casa que desplazarse a una óptica en ciudades como Madrid o Barcelona.
Aprovechando ese tiempo que le dedicaba a las redes, empecé a buscar farmacéuticos activos en Twitter y Facebook, las más utilizadas en aquel entonces. Pude contactar con Gema Herrerías, Diego Sarasketa, Inma Riu, Raquel Ciriza, Maria Morugan, Héctor Castro, Nacho Valverde, Andrés Navarro, Carlos Jardón, etc. De hecho, hicimos una quedada en Madrid para desvirtualizarnos que fue una maravilla. Poco a poco cada uno se fue haciendo su sitio y me llena de orgullo ver donde ha llegado Gema Herrerías con su incansable trabajo. Igual que Inma Riu con Farmaschool.
Me costó muchos años convencer a mi hermana para hacer una cuenta de la farmacia, pero en ese momento sus hijos eran pequeños y era complicado dedicarles tiempo a las redes. Está claro que no hacía falta que fuese en ese momento y que las cosas es mejor hacerlas cuando de verdad estas motivado y dispones de tiempo. Solo hay que ver a donde ha llegado en Instagram con más de 13.000 seguidores y una comunidad muy fidelizada. Muchos de nosotros ya nos comunicamos más por redes tipo Instagram que por WhatsApp, es una comunicación rápida que debemos aprovechar.
En cuanto a tu especialización, eres óptico-optometrista, ¿por qué te decantaste por ella? ¿Cuál es la consulta más demandada en tu día a día?
El mundo de la óptica me vino un poco por responsabilidad. Mi padre es farmacéutico-óptico y en la farmacia familiar había desarrollado la sección de óptica. Además, eso implicaba quedarme estudiando algún año más en Santiago de Compostela, lo que no suponía ningún problema. Ya no ejerzo como óptico, pero al final la salud ocular es algo que me apasiona y, por suerte, muchas cosas las puedo aplicar en el mostrador de mi farmacia y transmitírselo a mi equipo.
¿Cómo imaginas la farmacia comunitaria del futuro?
Pues la imagino algo diferente, más asistencial. Sigo sin entender como desde las administraciones no se “aprovechan” más de nosotros. Creo que podemos tener un papel muy relevante en la salud de las personas y que, con una comunicación bidireccional con el resto de los profesionales sanitarios, el único y verdadero beneficiado será el paciente. Somos la clave para resolver diferentes problemas de salud menores y disminuir la tensión asistencial que hay en estos momentos. Creo que acabaremos siendo una farmacia más asistencial y más “conectada” con todos los profesionales de la cadena sanitaria.
“Creo que podemos tener un papel muy relevante en la salud de las personas y que, con una comunicación bidireccional con el resto de los profesionales sanitarios, el único y verdadero beneficiado será el paciente”
Por último, ¿qué mensaje le darías a un estudiante de farmacia que tiene toda su carrera profesional por delante?
Que disfrute, que viva esos años con intensidad. Que tenga claro que somos asistenciales y que nuestra profesión, si eliges estar al lado paciente, es eso: estar junto al paciente. Y eso significa trabajar horas que no a todo el mundo le gusta, pero es una atención innegociable. Sobre todo, le daría la enhorabuena por haber elegido la profesión más bonita del mundo.
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