Jaime Espolita: “La farmacia rural es un servicio básico y esencial para los pequeños municipios”
En el Observador del Mes, entrevistamos a Jaime Espolita, farmacéutico y presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural. Hablamos sobre la importancia de la farmacia en los pequeños municipios.
Jaime Espolita
Farmacéutico rural y presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR)
Cuéntanos un poco de ti. ¿Cuántos años hace que ejerces de farmacéutico? ¿Por qué te decidiste a ser farmacéutico?
Nada más acabar la carrera, en el año 1997, empecé a trabajar como adjunto en una farmacia de Gijón (Asturias). Después de un tiempo, me di cuenta de que, por la tipología de farmacia de la que se trataba, no acababa de encontrar aquello que realmente me gustaba de nuestra profesión y, en el año 2003, decidí dar el salto a la farmacia rural, donde sí que lo encontré. No sabría decir porqué decidí ser farmacéutico, ya que mi familia no está relacionada en absoluto con este mundo, pero lo que sí sé es que lo tuve claro desde muy pequeño. Con 7 u 8 años ya decidí que quería ser farmacéutico y lo cierto es que, hasta el día de hoy, no me he arrepentido.
Háblanos un poco de la farmacia donde trabajas. ¿Cuánto hace que está abierta? ¿Siempre ha estado en la misma ubicación? ¿La denominación de la farmacia ha sido siempre la misma?
Actualmente soy titular de la farmacia de Cabrillanes, en la provincia de León, una pequeña población lindando con Asturias, en la comarca de Babia, de unos 700 habitantes aproximadamente. La farmacia lleva aquí más de 60 años y, desde entonces, ha habido, creo, 5 titulares contando conmigo. Personalmente, hace más de 16 años que ejerzo aquí y lo cierto es que ya me siento un vecino más. La farmacia ha estado siempre en esta localidad, aunque, originalmente, se encontraba en otro local. Hoy está situada en el mismo edificio que el Ayuntamiento, la oficina de correos y el centro de ayuda social.
¿Cuántas personas forman parte del equipo de la farmacia?
Somos 2 personas: una auxiliar a un tercio de jornada y que lleva en la farmacia muchos años y yo. Uno de los grandes problemas de la farmacia rural es carecer de recursos económicos para la contratación de personal, así que conceptos como bajas por enfermedad o vacaciones nos parecen una quimera.
Telémaco es un proyecto que nos permite acercar esta atención farmacéutica más especializada a nuestras poblaciones
¿Qué servicios farmacéuticos ofrecéis en la farmacia? ¿Cuáles son los más importantes o los que destacaríais?
Esta farmacia es netamente rural y de zona ganadera así que, dejando aparte todo lo que se refiere a la dispensación de medicamentos de uso humano, también dedicamos mucho tiempo a la dispensación de medicamentos de uso animal. Hace años también empezamos a dar servicios en el campo de la nutrición, que es en lo que me especialicé al acabar la carrera, y que, la verdad, tienen mucha demanda. También participamos en proyectos como Telémaco, desarrollado por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria y la Sociedad Española de Farmacia Rural, para mejorar la experiencia de los pacientes con medicamentos de ámbito hospitalario. Este proyecto nos permite acercar esta atención farmacéutica más especializada a nuestras poblaciones. Al ser la tipología de farmacia que es y el personal con el que cuenta, no tenemos capacidad ni tiempo para desarrollar muchos más servicios.
¿Cuál es el perfil de cliente que visita vuestra farmacia? ¿Piden muchos servicios farmacéuticos?
Nuestros pacientes, básicamente, son vecinos de la zona. En su mayoría, es gente mayor y pluripatológica. Diría que, más que pedir servicios, son muy conscientes de la importancia de que su farmacia esté aquí garantizando el acceso al medicamento ya que, con el paso de los años, es lo único que queda en la población, además de la consulta de Atención Primaria por las mañanas. Seguramente, uno de los servicios más importantes en farmacias como la mía, es la función de acompañamiento con estos pacientes que, en su mayoría, viven en soledad, ya que sus hijos suelen vivir en las ciudades. Estos pacientes acuden a su farmacéutico ante cualquier problema, no solo de tipo sanitario, sino de cualquier índole.
¿Qué herramientas de comunicación usáis con el paciente? ¿Cómo os soléis comunicar con ellos?
Por un lado, y por encima de todo, el teléfono, ya que hablamos de una zona con pequeñas poblaciones muy dispersas y donde, en muchos casos, el paciente no dispone de vehículo para desplazarse. Por otro lado, abrimos en su momento una página en Facebook donde solemos informar de los horarios de consulta, campañas sanitarias, etc. Además, teniendo en cuenta que, en muchas ocasiones, el lugar donde se dejan los informes de los pacientes para su recogida es en la propia farmacia y que este tipo de información está muy protegida por el reglamento de protección de datos, la Sociedad Española de Farmacia Rural desarrolló en su momento la aplicación Comunifar que nos permite enviar estos documentos, chatear con los pacientes o hacer videollamadas de una forma segura y que también utilizamos en la farmacia.
El objetivo de la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR) es la promoción de la farmacia rural y la atención farmacéutica en el medio rural
¿Y con los médicos? ¿Mantenéis una relación fluida?
En mi caso te diría que mucho más que fluida. Seguramente ésta sea una de las grandes ventajas de la farmacia rural respecto a la urbana: la cercanía y la comunicación constante con el médico y enfermero de tu población. Al final, a quien más beneficia esta situación es al paciente, ya que considero que es esencial la atención sanitaria integral y no en departamentos estancos, como sucede en muchas ocasiones. El hecho de que todos los niveles asistenciales del paciente actúen con el mismo objetivo y comunicándose constantemente redunda en la mejora de la salud y en la optimización de los tratamientos.
Eres presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR). ¿Qué funciones tiene la organización?
Por encima de todo, buscar medidas que garanticen la viabilidad y, por lo tanto, el futuro de la farmacia rural para lo que estamos en contacto permanente con la Administración y nuestras instituciones. Por otro lado, intentar dotar a estas pequeñas farmacias de medios tecnológicos que faciliten su labor, como es el caso de Comunifar, y de acciones formativas más centradas en la singularidad de este tipo de farmacias. También intentamos lanzar proyectos asistenciales que, por un lado, den visibilidad al excelente trabajo que desarrollan estos compañeros y que, en un futuro, puedan llegar a ser remunerados.
¿Cuáles son sus objetivos?
La promoción de la farmacia rural y la atención farmacéutica en el medio rural, luchar por una justa remuneración del farmacéutico rural, defender el acceso a la formación de estos compañeros, representar y defender los intereses profesionales de los farmacéuticos rurales en todos los ámbitos y fomentar la elaboración de programas sanitarios en colaboración con el resto de agentes sanitarios.
El papel vertebrador, de cohesión y acompañamiento que ejercen estas pequeñas farmacias con sus pacientes las ha convertido en el verdadero centro sociosanitario de la España Rural
¿Cómo valoras el papel de la farmacia rural en los pequeños municipios?
Te diría que es un servicio básico y esencial para estas poblaciones ya que, por desgracia, es el único que aún está presente durante todo el día de todos los días del año. Y esto no solo desde el punto de vista sanitario sino, también, desde el punto de vista social. El papel vertebrador, de cohesión y acompañamiento que ejercen estas pequeñas farmacias con sus pacientes las ha convertido en el verdadero centro sociosanitario de la España Rural y, el día que su cruz se apague, se apagarán también muchas de estas poblaciones. Además de lo anterior, me gustaría destacar que los compañeros que ejercen en estas pequeñas poblaciones, lejos de “acomodarse”, dedican una gran cantidad de tiempo a la formación lo que, a la larga, supone un enorme beneficio para sus pacientes.
¿Cómo imaginas la farmacia comunitaria del futuro?
No tengo la menor duda de que el futuro pasará por una farmacia más asistencial, con más servicios profesionales y en comunicación con el resto de niveles asistenciales. Pretender que nada cambie y que el papel de la farmacia se restrinja a la mera custodia y dispensación de medicamentos, por muy importante que sea esta labor para la igualdad y cohesión de nuestro sistema sanitario, nos llevará, lenta e irremediablemente, a ser prescindibles dentro de la atención al paciente. Soy plenamente consciente de que el cambio nos saca, en muchas ocasiones, de nuestra zona de confort, pero no podemos permitir que la farmacia de 2023 se parezca tanto a la de hace 60 o 70 años.
Por último, ¿qué mensaje le darías a un estudiante de farmacia que tiene toda su carrera profesional por delante?
Serían muchos, en realidad. Que se va a dedicar a una profesión fascinante pero extremadamente vocacional, que no olvide nunca de que lo más importante de todo y aquello por lo que trabajamos es el paciente. Que sea consciente de que va tener que formarse durante toda su vida profesional. Que le dé una oportunidad a la farmacia rural, que la conozca. Y, por último, que, le lleve donde le lleve su vida profesional, trabaje siempre con alegría.
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