La fiebre es un síntoma que suele aparecer con frecuencia durante los primeros años de vida. Por sí sola, la fiebre no se considera una enfermedad porque se trata, de hecho, de la respuesta del cuerpo ante una infección u otras causas. [1]
Que un niño tenga fiebre no es de por sí causa de alarma, pero es importante vigilar otros síntomas y sus posibles causas para saber cuándo puede ser necesario acudir a un médico. [2]