¿Qué es el SIBO? Síntomas, causas y consecuencias de la enfermedad
El SIBO es una enfermedad poco conocida que se caracteriza por un número excesivo de bacterias presentes en el intestino delgado. A causa de las redes sociales y la proliferación de personas que se realizan un “autodiagnóstico”, el SIBO está cobrando cada vez más protagonismo. Este autodiagnóstico conlleva un peligro: una autopercepción incorrecta sobre la enfermedad y la saturación de los centros de salud.
¿Qué es el SIBO?
SIBO es el acrónimo de “small intestinal bacterial overgrowth” o sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado. En el cuerpo humano, habitan aproximadamente 39 millones de bacterias y todas tienen su función [1].
Cuando se habla de SIBO, se hace alusión a un crecimiento excesivo de las bacterias que viven en el intestino delgado; estas, pueden llevar al paciente a sufrir malabsorción de nutrientes e importantes carencias [2].
Todo esto ocurre en nuestro aparato digestivo, del que forma parte la microbiota intestinal. Por tanto, no está de más explicar qué es y cómo se relaciona con el SIBO.
Microbiota intestinal
La “microbiota” se refiere a la comunidad de microrganismos vivos en un espacio determinado. En este caso, la referencia se hace al intestino delgado y los microorganismos que habitan en él [3].
Pese a que principalmente habiten bacterias, también podemos encontrar hongos, virus o protozoos (organismos microscópicos que viven en ambientes húmedos); en el tubo digestivo también podemos encontrar gran parte de esa comunidad bacteriana [4].
Algo curioso de la microbiota intestinal es que se cree que esas bacterias viven permanentemente en el tracto intestinal, pero no es del todo correcto. De hecho, cuando las personas nacen, lo hacen completamente estériles de esas bacterias y la “colonización microbiana” llega tras el nacimiento. Es a través de la madre y del entorno ambiental cuando las bacterias comienzan a conformar la microbiota. El primer contacto con estos microorganismos se produce en el parto y durante la alimentación, tanto a través de la lactancia materna como del exterior [5].
Además de las bacterias que viven de forma regular en el intestino, existen otras que están de paso y lo habitan por un periodo de tiempo corto. Todo el conjunto que conforma el ecosistema microbiano del intestino, todos esos seres vivos interconectados definen la microbiota intestinal [6].
¿Cuál es la función de la microbiota intestinal y cómo se relaciona con el SIBO?
Los datos expuestos a continuación provienen de estudios experimentales obtenidos a partir de animales a quienes se les ha generado una colonización intestinal controlada. ¿Qué se ha descubierto? Que la microbiota tiene distintas funciones:
- Funciones de nutrición y metabolismo. Recuperación de energía en forma de ácidos grasos de cadena corta, producción de vitaminas y efectos favorables sobre la absorción de calcio y hierro en el colon.
- Funciones de protección. Previenen la invasión de agentes infecciosos o el sobrecrecimiento de especies residentes con potencial patógeno.
- Función trófica: regula la proliferación y diferenciación de las células epiteliales. [7]
Algunos estudios, confirman que la microbiota intestinal es capaz de estimular cambios en la activación del sistema inmune pudiendo conducir a la aparición de enfermedades gastrointestinales o extraintestinales. Resumiendo, la microbiota puede tener una acción moduladora [8].
¿Qué ocurre con el SIBO?
Dentro de este conjunto de bacterias llamado microbiota que cohabitan en el intestino, sobre todo en el grueso, hay algunas que “migran” y colonizan zonas que no les corresponden, como por ejemplo las del intestino delgado. ¿Cuál es la consecuencia? Que la comida que llega a esa zona es fermentada por bacterias que darán lugar a los síntomas del SIBO [2].
Además de una malabsorción de los nutrientes, esta enfermedad también puede provocar cambios inflamatorios en la mucosa intestinal, lo que hace aumentar la permeabilidad intestinal [9].
Síntomas del SIBO
La sintomatología del SIBO es inespecífica, sin embargo, algunos de sus síntomas incluyen hinchazón, distensión abdominal, dolor o malestar abdominal, diarrea, fatiga y debilidad.
Estas manifestaciones físicas pueden variar la frecuencia y la gravedad de los síntomas dependiendo tanto del sobrecrecimiento bacteriano, como de la extensión de la inflamación de la mucosa. En cualquier caso, para realizar un diagnóstico certero sobre el SIBO se recomienda realizar pruebas objetivas con un profesional sanitario [2].
Otros síntomas del crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado a menudo incluyen:
- Pérdida del apetito
- Dolor abdominal
- Náuseas
- Hinchazón
- Esteatorrea (presencia de grasa en las heces)
- Sensación incómoda de saciedad después de comer
- Diarrea
- Pérdida de peso involuntaria
- Malnutrición
Causas del SIBO
Para determinar las causas del SIBO, la aparición de la sintomatología expuesta puede estar definida por una serie de factores que predisponen a los pacientes a sufrir esta disbiosis (o desajuste) en la microbiota intestinal. Los factores podrían ser los siguientes:
- Género: hay una mayor incidencia de SIBO entre las mujeres.
- Edad: el SIBO puede aparecer a cualquier edad, sin embargo, el abuso de fármacos o antibióticos puede favorecerlo; por eso, esta enfermedad tiene mayor prevalencia en gente mayor. En el caso de los niños, los estudios todavía son escasos, pero el SIBO suele ser frecuente en niños que toman protectores estomacales, tienen retraso en el crecimiento o presentan dolor abdominal crónico.
- Uso de fármacos: los protectores estomacales o los fármacos destinados a reducir la acidez impactan en la microbiota tanto del intestino como del estómago y promueven el sobrecrecimiento bacteriano.
- Opioides: la microbiota intestinal se puede ver afectada.
- Patologías gastrointestinales:
- Dispepsia funcional: es el término utilizado para los síntomas recurrentes de malestar estomacal que no tienen una causa obvia. Es una afección constante, pero los síntomas no se manifiestan todo el tiempo. En este caso, la relación con el SIBO tiene que ver con la sintomatología que comparten parcialmente.
- EII (Enfermedades Inflamatorias Intestinales): Crohn o Colitis Ulcerosa puede ser un factor que predisponga a la aparición del SIBO.
- SII (Síndrome de Intestino Irritable): algunos estudios apuntan a que un gran porcentaje de pacientes diagnosticados de SII también tienen SIBO.
- Anormalidades anatómicas:
- El síndrome del asa ciega: esto ocurre cuando parte del intestino delgado no se mueve con normalidad, provocando el crecimiento de bacterias en los intestinos. Esto puede ocurrir cuando ha habido una cirugía abdominal previa, algunas enfermedades o a causa de medicamentos [2].
Consecuencias del SIBO
Esta enfermedad puede tener consecuencias sobre las personas que la padecen [2]:
- Los carbohidratos se fermentan y eso conduce a un exceso de producción de gas y de agua.
- Los ácidos biliares son los que ayudan al organismo a digerir las grasas; el SIBO puede provocar que las vitaminas liposolubles (encargadas de disolver la grasa) sean poco absorbidas.
- Las vellosidades intestinales son esenciales para que el intestino delgado absorba nutrientes, cuando se da el SIBO, estas se alteran y se produce malabsorción de los carbohidratos.
- Aumenta la permeabilidad intestinal.
- Inflamación intestinal sistemática.
Clases de SIBO
- Hidrógeno: cuando hay una proliferación excesiva de bacterias, hinchazón abdominal, tendencia a diarreas y a la delgadez.
- Metano: los síntomas asociados son estreñimiento, gases con olor fuerte o hinchazón más tardío al comer.
- Sulfuro de hidrógeno: todavía en investigación, aunque se trata de bacterias que forman grandes cantidades de un gas muy maloliente e inflamatorio [10].
Diagnóstico del SIBO
Pese a que cada vez más personas acuden a consulta con el “autodiagnóstico” hecho, es fundamental que se pongan en manos de profesionales para determinar si padecen SIBO u otro tipo de patología.
Actualmente no existe una técnica infalible e irrefutable que diagnostique el SIBO, aunque una de las primeras pruebas es la realización de un test de hidrógeno espirado. Este sirve para medir la cantidad de hidrógeno que emite el paciente con su respiración después de ingerir una muestra de glucosa y agua.
Cuando los niveles de hidrógeno (o metano) espirado tienen un incremento rápido, esto puede ser señal de que hay un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado [10].
No obstante, la interpretación de las pruebas diagnósticas continúa siendo un tema controvertido en la comunidad científica.
Tratamiento del SIBO
El SIBO se puede tratar con antibióticos con el objetivo de reducir el número de bacterias anormales que se encuentran en el intestino delgado. Sin embargo, cuando este tratamiento se suspende, las bacterias pueden reaparecer [11].
NPS-ES-NP-00332 (septiembre 2023)
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Síndrome del intestino irritable
Referencias:
[1] Por qué la mitad de tu cuerpo no es humano (y cómo eso es fundamental para tu salud). BBC News Mundo. Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-41860995#:~:text=En%20nuestro%20cuerpo%20viven%2039,va%20a%20sorprender%3A%2039%20billones. [Acceso 03/08/2023]
[2] SIBO: qué es el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado. Fundación René Quintón. Disponible en: https://www.fundacionrenequinton.org/blog/sibo-sobrecrecimiento-bacteriano-intestino-delgado/?psafe_param=1&utm_campaign=RB+-+DSA+Anuncios+din%C3%A1micos+Fundaci%C3%B3n&utm_medium=ppc&utm_source=adwords&utm_term=&hsa_src=g&hsa_cam=1384904843&hsa_acc=6642924368&hsa_tgt=dsa-443672085288&hsa_kw=&hsa_mt=&hsa_net=adwords&hsa_ad=452645248716&hsa_grp=56800720458&hsa_ver=3&gclid=Cj0KCQjwoK2mBhDzARIsADGbjeoYzyyrqBBpWHBGCgGlqa9lvVvB5Kyp_uFYNfZCweeNb97zQ7eMuMcaAt4lEALw_wcB [Acceso 02/08/2023]
[3] Guarner F. Papel de la flora intestinal en la salud y en la enfermedad. Scielo. 2007, vol 22, no 2, p. 14-19. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112007000500003 [Acceso 02/08/2023]
[4] Guarner F. Microbiota intestinal y enfermedades inflamatorias del intestino. 2011, vol 34, no 3, p. 147-154. Gastroenterología y Hepatología. https://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-14-articulo-microbiota-intestinal-enfermedades-inflamatorias-del-S0210570511000379 [Acceso 02/08/2023]
[5] “El primer contacto con microbios se en el parto y es muy importante para el bebé”. CSIC. Disponible en: https://www.csic.es/en/node/122861 [Acceso 04/08/2023].
[6] Sebastián-Domingo J., Sánchez-Sánchez C. De la flora intestinal al microbioma. Scielo. 2018, vol. 110, no 1, p.51-56. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1130-01082018000100009#:~:text=Microbiota%20hace%20referencia%20a%20la,en%20un%20nicho%20ecol%C3%B3gico%20dado. [Acceso 04/08/2023]
[7] Balerdi M. La microbiota intestinal como órgano metabólico y sus interacciones con la dieta. Martín Balerdi. Disponible en: https://addi.ehu.es/bitstream/handle/10810/43718/TFG_Balerdi_Trebol_Martin.pdf [Acceso 04/08/2023]
[8] Polanco I. Microbiota y enfermedades gastrointestinales. Anales de pediatría. 2015, vol. 83, no 6, p. 443el - 443e5. Disponible en: https://www.analesdepediatria.org/es-microbiota-enfermedades-gastrointestinales-articulo-S1695403315003598 [Acceso 02/08/2023]
[9] Ballesteros M., Vidal A. Síndrome del intestino corto: definición, causas, adaptación intestinal y sobrecrecimiento bacteriano. 2007, vol.22, no 2, p. 74-85. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112007000500010#:~:text=Adem%C3%A1s%20de%20los%20trastornos%20en,de%20translocaci%C3%B3n%20bacteriana%20y%20sepsis. [Acceso 04/08/2023].
[10] SIBO: qué es, síntomas y tratamientos. Disponible en https://www.keval.es/blog/sibo-sintomas-tratamiento [Acceso 04/08/2023].
[11] Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado. Mayo Clinic. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/small-intestinal-bacterial-overgrowth/diagnosis-treatment/drc-20370172 [Acceso 04/08/2023].