Cómo combatir el dolor de garganta en niños
En otoño, las infecciones víricas que causan dolor de garganta se empiezan a disparar. Los niños son especialmente vulnerables a sufrirlas. ¿Cómo se puede tratar y prevenir el dolor de garganta en los pequeños?
Cuando llega el otoño y las temperaturas comienzan a bajar, las infecciones víricas se disparan. Los niños, por su sistema inmunitario todavía en desarrollo y por su contacto cercano con otros en el colegio, son especialmente propensos a contagiarse de virus que producen infecciones en la garganta. Además, los niños entre 3 y 15 años tienen más riesgo de padecer faringitis estreptocócica, una infección bacteriana que causa irritación de la faringe. [1]
La irritación de garganta produce dolor y es uno de los síntomas más molestos del resfriado común u otros virus similares. Los tipos de dolor de garganta pueden ser faringitis, amigdalitis o laringitis, que el médico puede determinar con una exploración y según los síntomas descritos. Se diferencian por las siguientes condiciones [1] [2]:
- Faringitis: es una inflamación de la membrana que cubre la faringe, generalmente causada por un virus. Además de dolor local, los síntomas suelen ser fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.
- Amigdalitis o faringoamigdalitis: hinchazón y enrojecimiento de las amígdalas (el tejido blando en los laterales de la boca), causando que aparezcan cubiertas de unas placas blanquecinas. El origen puede ser una infección vírica o bacteriana, el cual debe determinar el pediatra.
- Laringitis: hinchazón de la laringe o caja de voz, situada en la parte inferior de la garganta. Afecta sobre todo a bebés de entre 6 meses y 3 años y suele comenzar con los signos asociados a un resfriado. Transcurridas unas 24 o 72 horas, se pueden empezar a ver los signos característicos de la laringitis: el sonido llamado “estridor” que hace el niño al respirar, la dificultad para hablar o la ‘tos perruna’, un tipo de tos que suena metálica y resuena mucho. La gran mayoría de las laringitis son de origen vírico.
Causas del dolor de garganta en niños
Para tratar el dolor de garganta del niño de forma adecuada, es importante identificar la causa. Las causas más comunes de dolor de garganta son las infecciones virales, como el resfriado común, la gripe o la COVID-19 y las infecciones bacterianas.
Sin embargo, también puede deberse a otras causas.
Alergias
Las alergias al polen, el polvo, la caspa de las mascotas o a algunos alimentos pueden causar dolor de garganta, a menudo acompañada de goteo posnasal. [3]
Sequedad
El aire seco de los interiores o el aire acondicionado pueden resecar e irritar la garganta, sobre todo si el niño tiende a respirar por la boca debido a una congestión nasal. [3]
Irritantes
La contaminación ambiental, como la presencia de humo o algunos productos químicos, pueden resecar la garganta. Es importante proteger a los niños del humo de segunda mano u otros irritantes. [3]
Síntomas del dolor de garganta en niños
Los síntomas asociados a la garganta inflamada dependen de la causa, pero existen algunos síntomas comunes que acompañan a la faringitis, la amigdalitis y la laringitis. Entre ellos [2] [3]:
- Tos y voz ronca
- Dificultad para tragar
- Fiebre
- Estornudos
- Malestar
- Dolor de cabeza
- Náuseas y vómitos
- Dolor de estómago
Es importante contactar con un profesional médico si el niño presenta estos síntomas:
- Falta de aliento
- Dificultad para tragar
- Babeo inusual, signo de incapacidad de tragar
Consejos para aliviar el dolor de garganta en niños
La causa del dolor de garganta se debe abordar de forma integral según las indicaciones médicas, pero también se pueden aplicar algunas medidas para aliviar este síntoma molesto en los niños [1] [4]:
- Hacer que el niño beba mucha agua. Si no quiere beber porque le duele al tragar, no se le debe forzar, pero se puede probar con zumo de limón y miel en agua tibia o infusiones de manzanilla, por sus propiedades antiinflamatorias. Explicarle los beneficios de estas bebidas puede facilitar que se las tome.
- Evitar las bebidas y comidas frías o calientes, ya que irritan la garganta. Es mejor que aquello que ingiera esté tibio.
- Proteger la garganta con un pañuelo de día y de noche.
- Mantener la habitación húmeda, con agua caliente sobre un radiador o con un humidificador.
- Si le duele mucho, se le puede dar paracetamol o ibuprofeno, consultando las dosis adecuadas con un farmacéutico o profesional médico.
- Es probable que tenga poco apetito. Se le pueden dar alimentos blandos, fáciles de tragar, y de sabores suaves. Por ejemplo, purés, papillas, yogures, natillas… Si no tiene hambre y se niega a comer, no se le debe forzar.
- Si el pediatra le ha prescrito un tratamiento, se debe seguir según las pautas exactas, especialmente si se le ha recetado un antibiótico. Es importante que no se suspenda el tratamiento antes del tiempo indicado, aunque ya no tenga síntomas, dado que puede crear resistencia y la infección puede reaparecer.
- Nunca darle antibióticos sin prescripción médica.
- Los niños de mayor edad pueden hacer gárgaras con agua tibia y sal.
- Lavar las vías nasales del niño con soluciones salinas para aliviar el carraspeo, de forma que la garganta sufra menos debido a la tos.
Cómo prevenir los resfriados e infecciones de garganta
Debido al aumento de las infecciones víricas, los niños en edad escolar que pasan muchas horas en contacto cercano con otros niños están en riesgo de sufrir resfriados. Aunque no se puede controlar completamente, sí se pueden aplicar algunas medidas para minimizar el riesgo de contagio [5]:
- Recordarle al niño que debe lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de ir al baño. A los más pequeños, se les debe ayudar enseñándoles cómo lavarse las manos durante al menos 20 segundos.
- Enseñar al niño a no tocarse los ojos, la nariz o la boca si no se ha lavado las manos antes.
- Recordarle que debe taparse la boca al estornudar o toser, para evitar contagiar a sus compañeros u otras personas.
- Taparle la boca y el cuello al salir a la calle en épocas de frío, sin abrigarles en exceso, y evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Ventilar el hogar a diario, ya que los virus prosperan en lugares cerrados.
- Pasar más tiempo al aire libre si el niño está bien de salud, incluso durante el invierno, en lugar de estar en lugares cerrados todo el día.
- Lavar sus juguetes, chupetes y sábanas con frecuencia.
- Desechar los pañuelos de papel tras su primer uso.
- Darle una alimentación adecuadas que incluya todos los nutrientes que necesita para mantener un sistema inmunitario fuerte.
- Mantenerle hidratado y enseñarle a beber sorbos de agua a lo largo del día.
Descubre más:
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Referencias
[1] Cómo aliviar el dolor de garganta en niños. Guía del niño. Disponible en: https://www.guiadelnino.com/salud/enfermedades-del-nino/como-aliviar-el-dolor-de-garganta-en-ninos [Último acceso: 01/09/2022]
[2] Garganta Inflamada: Diferencias entre la laringitis, faringitis y amigdalitis. Clínica Internacional. Disponible en: https://www.clinicainternacional.com.pe/blog/garganta-inflamada-laringitis-faringitis-amigdalitis [Último acceso: 01/09/2022]
[3] Dolor de garganta. Mayo Clinic. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/sore-throat/symptoms-causes/syc-20351635 [Último acceso: 01/09/2022]
[4] El resfriado común: Protéjase y proteja a los demás. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Disponible en: https://www.cdc.gov/spanish/especialescdc/rinovirus/index.html [Último acceso: 02/09/2022]
[5] 11 consejos para evitar que tus hijos se resfríen. Bebés y más. Disponible en: https://www.bebesymas.com/salud-infantil/como-evitar-resfriados-ninos [Último acceso: 02/09/2022]