Astenia otoñal, ¿qué es y cuáles son sus síntomas?
La fatiga, el cansancio y la astenia tienen síntomas comunes y, en ocasiones, es difícil distinguirlos. Sin embargo, es importante hacerlo para poder abordar cada problemática de la manera más efectiva posible. En este caso, la astenia otoñal responde a un síndrome pasajero producido por el cambio de estación.
La llegada del otoño, después del verano y el calor, lleva consigo algunos efectos sobre el cuerpo: a menudo, es frecuente la sensación de cansancio y falta de ánimo. Los cambios de temperatura y de horarios son algunos de los motivos de este síndrome que debe distinguirse de la fatiga común.
A diferencia del agotamiento físico después de una actividad o un esfuerzo considerable, la astenia produce cansancio después de un esfuerzo muy leve o incluso sin haber realizado ninguna tarea previamente. Se trata de una fatiga que no mejora con el descanso y que tiene afectaciones sobre el estado de ánimo de las personas que la padecen.
¿Qué es la astenia otoñal?
La principal característica de la astenia es la fatiga generalizada y, por eso, es frecuente confundirla con el cansancio común. Sin embargo, hay una diferencia importante. El cansancio se define como la incapacidad de mantener una fuerza inicial durante un periodo continuo de tiempo y aparece como consecuencia de un esfuerzo intenso o prolongado. En el caso de la astenia, este agotamiento aparece después de un esfuerzo muy leve o incluso antes de llevar a cabo ningún trabajo.
Mientras que el cansancio producido por una actividad desaparece después de un descanso reparador, la astenia se manifiesta de una forma más duradera y se traduce en una sensación de debilidad física y falta de vitalidad generalizada. Estos efectos reducen la capacidad de realizar tareas de todo tipo y prácticamente no responden al descanso [1].
La astenia acostumbra a aparecer en las épocas de primavera y otoño, como una consecuencia pasajera de los cambios de biorritmo que estas estaciones propician.
¿Por qué aparece la astenia en otoño?
Los cambios de temperatura son los principales causantes de las alteraciones de ánimo que se producen al cambiar de estación. No solo por la sensación de frío o calor, sino también por las horas de exposición solar y las rutinas características de cada época del año.
En el caso de la astenia otoñal, se distinguen tres causas posibles y compatibles entre ellas [2] y [3]:
- Reducción de la exposición solar. En otoño, cada vez hay menos horas de sol durante el día y esto afecta de distintas formas al cuerpo humano. Principalmente, altera la producción de la melatonina, que es la hormona encargada de regular los estados de vigilia. Cuanta menos exposición al sol, más melatonina se segrega y mayor es la sensación de cansancio y somnolencia durante el día. Además, este aumento provoca una bajada de la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, y favorece un estado de apatía.
- Aparición de resfriados y catarros. Con la bajada de las temperaturas, llegan también el frío y las lluvias que provocan resfriados y gripes. Estas afecciones hacen que el sistema inmunitario actúe para proteger al organismo y que, para ello, consuma una cantidad de energía determinada. Todo esto, sumado a la falta de la vitamina D que aporta el sol, contribuye a la sensación de fatiga.
- Readaptación a la rutina. El período otoñal pone fin al verano y a todas las alteraciones que sufre la rutina durante las vacaciones. Además de dejar de trabajar durante unos días, en la mayoría de los casos, los planes, los horarios de las comidas y los del sueño acostumbran a variar durante los meses de calor. Por eso, abandonar estos excesos y recuperar las rutinas laborales, a menudo, produce episodios de estrés o ansiedad que derivan en la aparición de astenia.
Síntomas de la astenia otoñal
Este tipo de astenia, vinculada a los cambios derivados de la transición estacional, acostumbra a ser de carácter leve, de duración corta y con síntomas poco alarmantes.
Sin embargo, es importante conocerlos para poder identificar este síndrome y evitar confundirlo con otras afectaciones [4] y [5]:
- Cansancio intenso. Este es el síntoma principal y se distingue del agotamiento físico porque no responde a ningún esfuerzo ni desaparece con el descanso.
- Debilidad física y somnolencia. Son efectos derivados del cansancio y favorecen otros síntomas como la apatía y la falta de concentración.
- Alteraciones en el apetito. Los cambios de horarios y la sensación de fatiga favorecen la falta o el exceso de hambre.
- Irritabilidad y sensación de tristeza. La posible ansiedad de la vuelta al trabajo y la concentración de algunos de los síntomas anteriores deriva en una alteración psicológica del estado de ánimo.
Generalmente, estos efectos deberían desaparecer al cabo de 15 días o un mes. En el caso de que persistan, es recomendable consultar al profesional sanitario de referencia para descartar otras afecciones como la fatiga crónica o la anemia.
¿A quién afecta la astenia de otoño?
La astenia es muy frecuente en la población general y cualquier persona sana puede padecerla, sin que sea síntoma de ninguna otra patología. Aun así, acostumbra a ser más común en mujeres y en personas de edades comprendidas entre los 25 y los 50 años [1], [3] y [5].
Las personas mayores y los niños son los que tienen menos posibilidades de padecer astenia, aunque existen casos pediátricos de este tipo de fatiga. A menudo los producen la actividad física excesiva, el desorden del sueño u otras enfermedades subyacentes, como la anemia o la depresión [6].
Cómo combatir la astenia
El síndrome de la astenia otoñal es un estado transitorio derivado del cambio de estación, que acostumbra a desaparecer al cabo de entre 2 y 4 semanas. Sin embargo, existen formas de tratarla para intentar acelerar este proceso.
Lo primero que se debe tener en cuenta es el origen de este tipo de fatiga y su relación con otras patologías. Si la astenia aparece como síntoma de otra enfermedad subyacente, la fórmula para combatirla será tratar debidamente la afección de base con el tratamiento específico que requiera [1].
En cambio, si se trata de una afectación temporal, la mejor forma de hacerle frente es programar un plan de actividad física, generalmente, aeróbica. De esta forma, el cansancio físico favorecerá el descanso real, al mismo tiempo que la práctica deportiva generará las endorfinas que pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo [7].
La aplicación de este tipo de programas específicos de ejercicio se ha demostrado también como la manera más efectiva de combatir la astenia o fatiga crónica [5].
Además de este tratamiento, se puede evaluar la necesidad de un soporte emocional a través de acompañamientos psicoterapéuticos y se puede complementar con cambios en el estilo de vida para favorecer la adaptación al nuevo biorritmo [7].
A parte de estas medidas, hay otros consejos para prevenir y lidiar con la astenia otoñal [2] y [3]:
- Aprovechar la luz solar y favorecer la exposición al sol
- Adaptar los horarios de la nueva rutina progresivamente
- Seguir una dieta equilibrada y velar por la ingesta de vitaminas y minerales
- Establecer y mantener una rutina de sueño para dormir ocho horas diarias
- Evitar las siestas o pequeños sueños durante el día
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[1] López, M.Tránsito. Cansancio y astenia: el tratamiento con plantas medicinales. Offarm, 2004, vol. 23, nº 4, p. 110-111. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-cansancio-astenia-13060306 [Acceso: 14/07/23]
[2] Falta de luz solar: ¿cómo nos afecta el horario de inverno? Quirón prevención. Disponible en: https://www.quironprevencion.com/blogs/es/prevenidos/falta-luz-solar-afecta-horario-invierno [Acceso: 13/07/23]
[3] Todo lo que debes saber sobre la astenia otoñal. Blog del Colegio de Farmacéuticos de Madrid. Disponible en: https://blog.cofm.es/todo-que-debes-saber-sobre-astenia-otonal/ [Acceso: 13/07/23]
[4] Tips para combatir la astenia otoñal y levantar el ánimo. Con Salud. Disponible en: https://www.consalud.es/estetic/bienestar/que-es-astenia-otonal-como-podemos-evitarla_120698_102.html [Acceso: 13/07/23]
[5] Astenia crónica. Clínica Universidad de Navarra. Disponible en: https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/astenia-cronica-fatiga#:~:text=El%20s%C3%ADntoma%20cardinal%20es%20el,sobre%20todo%20por%20las%20tardes [Acceso: 14/07/23]
[6] Casanovas, JM. Del síntoma a la enfermedad: astenia. Revista Pediatría de Atención Primaria, 2009, vol. 11, nº 17, p. 430. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322009000700014 [Acceso: 13/07/23]
[7] Young, P; C.Finn, Barbara; Bruetman, Julio E.; Pellegrini, Debora; Kremer, Armando. Enfoque del síndrome de astenia crónica. Medicina, 2010, vol. 70, nº 3, p. 284 y 291. Disponible en: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0025-76802010000300015 [Acceso: 14/07/23]