Cuidado de la piel en la farmacia: consejos y tratamientos

La piel es el único órgano del cuerpo que está directamente expuesto al exterior, lo que lo convierte en uno de los principales mecanismos de defensa frente a agentes externos. Por eso, el cuidado de la piel y mantenerla en un estado óptimo es fundamental para una buena salud [1] [2].

Cómo cuidar tu piel correctamente: la farmacia te ayuda

La farmacia comunitaria está en la primera línea de la atención sanitaria, y por ello juega un papel clave tanto para el autocuidado como para la prevención y tratamiento de enfermedades.

En lo relativo al cuidado de la piel, la farmacia puede ser un lugar donde los pacientes reciban consejo sobre los productos de limpieza, fotoprotectores, etc., además de un espacio donde celebrar pequeños talleres para presentar los productos o servicios para ayudar a la protección del cáncer de piel, especialmente en verano, cuando la piel está más expuesta al sol.

Consejos para el cuidado de la piel en la farmacia según el tipo de piel

Para empezar a cuidar la piel, lo primero es conocer qué tipo de piel tenemos, pues los métodos y productos serán diferentes. Normalmente, la clasificación más habitual se divide en cinco tipos distintos [3]:

• Piel normal: es un tipo de piel de textura suave, sin espinillas ni poros abiertos y sin áreas grasientas o resecas. Es un tipo de piel que solo requiere de un cuidado básico, es decir, limpieza y tonificación.
• Piel grasa: la sobreproducción de sebo en esta piel provoca poros abiertos, espinillas y puntos negros y es especialmente común en la adolescencia, debido a los cambios hormonales. Las pieles grasas necesitan un tratamiento hidratante y seborregulador, además de una correcta limpieza.
• Piel seca: es la que más cuidado necesita, pues las arrugas surgen más fácilmente. Las cremas hidratantes pueden ayudar a protegerla, nutrirla y activar sus defensas naturales. También es conveniente realizar exfoliaciones periódicas.
• Piel mixta: esta piel presenta zonas secas y otras más grasas, así que necesita cuidados que traten ambos aspectos. Hay productos específicos para estas pieles, pero es recomendable tratar las diferentes zonas por separado.
• Piel sensible: se trata de una piel delicada, ligeramente seca, fácilmente irritable y propensa a reacciones alérgicas, que se ve afectada con facilidad por los cambios de clima o de cosméticos. En este caso, conviene usar productos específicos para sus necesidades.

Las farmacias pueden ofrecer servicios de análisis de la piel que ayuden a que esta recupere su equilibrio natural, especialmente tras épocas como el verano en las que la piel sufre más. Existen dermoanalizadores que permiten obtener una evaluación de la piel a partir de indicadores sobre hidratación, elasticidad, firmeza, poros, manchas, arrugas y uniformidad. En función de este análisis, los profesionales de farmacia nos podrán ofrecer recomendaciones personalizadas.

Tratamientos de cuidado de la piel en la farmacia: ¿cuál es el adecuado para ti?

El cuidado facial consiste en tres pasos fundamentales que deben formar parte de nuestra rutina: limpieza, tratamiento o hidratación y fotoprotección. Dentro de estas categorías, encontramos una gran variedad de productos disponibles [3][4]:

• Limpieza: limpiar la piel ayuda a eliminar residuos como los restos de maquillaje, contaminación, células muertas o sudor. Entre los productos encontramos jabones, desmaquilladores, aguas micelares, geles, aceites, toallitas y tónicos (aunque los limpiadores modernos son muy eficientes y el tónico ha dejado de ser necesario en muchos casos).
• Hidratación: hay muchos productos que ayudan a nuestra piel a recuperar el contenido líquido que le falta, en función del tipo de piel. Algunos ejemplos son los humectantes, el ácido hialurónico, los aceites o las siliconas.
• Fotoprotección: los protectores solares, además de proteger contra las quemaduras, ayudan a frenar el envejecimiento, previenen la aparición de manchas o arrugas y ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer de piel.

Cómo identificar los problemas de piel más comunes y tratarlos en la farmacia

Hay muchos problemas de la piel habituales que pueden tener su causa en factores ambientales, climatológicos, genéticos o de estilo de vida. Algunos de los más comunes y que pueden ser de consulta más habitual en la farmacia son [5][6]:

• Acné: surge por una obstrucción de grasa o células muertas, lo que provoca la aparición de bacterias. Suele presentarse en la cara, cuello, hombros, pecho y parte alta de la espalda y es común en la adolescencia. Hay tratamientos efectivos para el acné sobre los que nos pueden orientar en la farmacia.
• Psoriasis: es una afección que causa enrojecimiento, escamas e irritación en la piel. Existen tratamientos que ayudan a paliarla y controlarla, pero se trata de una enfermedad crónica, por lo que es común volver a padecer sus efectos tras un tiempo.
• Urticaria: esta enfermedad provoca la aparición de ronchas rojas en la piel, normalmente a causa de una reacción alérgica a patógenos, luz solar, insectos, medicamentos…
• Dermatitis atópica o eccema: es especialmente común en niños, sobre todo en bebés de 2 a 6 meses, aunque puede aparecer en cualquier edad. Se caracteriza por un enrojecimiento de la piel que causa picor y cuenta con diversos tratamientos para aliviar sus efectos.
• Rosácea: es una enfermedad crónica de la piel que causa rubor o enrojecimiento en la cara y tiene ciclos de desvanecimiento y recaída. Las recaídas de rosácea pueden ser provocadas por alimentos picantes, bebidas alcohólicas, luz del sol, estrés, bacterias intestinales…

Consejos prácticos para el cuidado diario de la piel

La farmacia también puede ser un espacio donde ofrecer consejos para mantener una piel cuidada y saludable. Algunos ejemplos de hábitos que pueden ayudar al cuidado cutáneo son [3][7]:

• Dejar de fumar: el tabaco puede contribuir a una falta de oxigenación en la piel.
• Seguir una dieta saludable: una alimentación equilibrada aporta a nuestro cuerpo las vitaminas y nutrientes necesarios para frenar el envejecimiento cutáneo.
• Evitar el estrés: el estrés acumulado puede hacer que la piel sea más sensible, lo que puede provocar problemas cutáneos como el acné.
• Reducir el alcohol y la cafeína: estas bebidas deshidratan la piel y un abuso puede contribuir a resecarla.
• Beber agua en abundancia: especialmente en verano, es importante mantener una buena hidratación.
• Protegerse ante el sol y moderar la exposición: aunque exponerse al sol tiene muchos beneficios, un exceso contribuye al envejecimiento de la piel, a las manchas o, en casos extremos, cáncer de piel.
• Dormir bien: un buen descanso también contribuye a una piel saludable.

Descubre más:

Cómo cuidar la piel para mantenerla sana 

Referencias

[1] Las tres claves para el cuidado de la piel. ANEFP. Disponible en: https://anefp.org/es/blog/las-tres-claves-para-el-cuidado-de-la-piel [Acceso: 13/03/2023]

[2] La importancia de cuidar tu piel. Sanitas. Disponible en: https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/enfermedades-y-trastornos/la-importancia-de-cuidar-la-piel.html

[3] Divins, Maria-Josep. Cuidado facial, Farmacia Profesional, 2010, vol. 24(6). https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-cuidado-facial-X0213932410879510 [Acceso: 13/03/2023]

[4] Dermofarmacia: claves para el cuidado de la piel. Liceo de Farmacia. Disponible en: https://liceodefarmacia.com/blog/dermofarmacia-claves-cuidado-piel/ [Acceso: 22/03/2023]

[5] Ureta, C. K. V., et al. Enfermedades dermatológicas, diagnóstico diferencial causas y tratamiento. Domino de las Ciencias, 2021, vol.7(6). https://dominiodelasciencias.com/ojs/index.php/es/article/view/2394 [Acceso: 13/03/2023]

[6] ¿Cuáles son las Patologías dermatológicas más comunes? Escuela Internacional de Farmacia Pasteur. Disponible en: https://escuelafarmacia.com/patologias-dermatologicas-mas-comunes/ [Acceso: 22/03/2023]

[7] Cuidado de la piel: 5 sugerencias para una piel sana. Mayo Clinic. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/adult-health/in-depth/skin-care/art-20048237 [Acceso: 13/03/2023]

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