Supositorios de glicerina
La farmacéutica Elena Hernández nos cuenta una anécdota que le ocurrió cuando estaba de prácticas en Madrid. Una señora no estaba contenta con los supositorios que había probado.
Elena Hernández Navarro
Farmacéutica y nutricionista en Farmacia La Feria, en Gran Canaria.
Soy Elena Hernández, farmacéutica comunitaria en Gran Canaria, y hoy estoy aquí para contarles una anécdota que me sucedió estando de prácticas.
Yo hice las prácticas en una farmacia en Madrid y resulta que nos llegó a la farmacia al mostrador una señora que me pidió unos supositorios de glicerina.
Perfecto, nada, voy para allá, le explico. Pero no me dejó terminar la explicación porque me dijo: "Ay, mírame niña, de verdad, ¿tú no tendrás otra cosa que sepa mejor?"
Sí, verídico, de verdad que sí. Claro, yo debí poner una cara un poco extraña o una cara un poco de shock. Y la señora me dijo "no, no, pero que no soy yo sola, eh. Que es que el jardinero también me ha dicho que estaba en muy malo.”
Descubre más: