Pacientes de todo el mundo en la farmacia
El farmacéutico Zigor Etxabe, presidente de ASFAS, explica las situaciones curiosas en la farmacia por parte de pacientes procedentes de diferentes partes del mundo.
Zigor Etxabe
Farmacéutico adjunto y presidente de ASFAS
En la zona en la que está ubicada mi farmacia, hay un alto nivel de inmigración y tenemos pacientes de todas partes del mundo. Muchos llegan a la farmacia pensando que son como las de sus países.
Tenemos pacientes provenientes de África que vienen a por medicinas de sus países y, entre los nombres y el idioma, hay muchas ocasiones que nos sacan una sonrisa con las “traducciones” que hacemos con toda nuestra buena voluntad.
También tenemos pacientes de América del Sur acostumbrados al tipo de farmacias que hay en sus países, con un modelo claramente diferente al nuestro. Estos, más de una vez nos piden productos de droguería, botellas de agua, kleenex y medicamentos con nombre extranjero que tenemos que “traducir”.
Un día, una paciente que me llamaba “doctorsito” me pidió algo para un sarpullido que tenía en el pecho. Yo la derivaba al médico para que se lo vieran bien y le recomendaran el tratamiento correcto, pero, en lugar de hacerme caso, pasó detrás del mostrador y, ni corta ni perezosa, se levantó la camiseta y me enseñó tanto el sarpullido como los pechos, delante del resto de pacientes sin pudor alguno. Fue una situación algo vergonzosa, sobre todo para mí porque a ella no le importó mucho. Finalmente, acabó haciéndome caso y fue al médico a por su tratamiento. Por suerte, volvió a decirme que se le había curado, pero, esta vez, sin enseñarme el resultado.
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