Atención farmacéutica desde la ventana
Navidad Sánchez, farmacéutica y vocal de SEFAC, recuerda un caso de atención farmacéutica domiciliaria a un paciente que tenía mucho, mucho miedo.
Navidad Sánchez
Farmacéutica y vocal de SEFAC
No soy muy de anécdotas, pero, después de todo lo vivido durante la pandemia, me quedaría con la capacidad que hemos tenido como gremio de reinventarnos. Hemos salido de nuestra zona de confort para ser mejores y, como ejemplo de ello, hemos realizado atención farmacéutica domiciliaria.
Me quedo con P, un paciente que cuida de su mujer con demencia y que tenía mucho, pero que mucho miedo. Con él nos comunicábamos por teléfono. No quería salir de casa y dejar a su mujer sola, así que nos desplazábamos hasta su ventana. Sí, a su ventana. Ni siquiera quería que nos acercáramos a su puerta. Nos lanzaba una bolsa atada desde la ventana del 2º piso, donde viven, y dejábamos su medicación en el interior. Él, poquito a poco, subía de nuevo la bolsa para recogerla.
Lo recordamos con cariño y, entre risas, se ha normalizado todo y vuelven a acudir físicamente a la farmacia, pero, en medio de los momentos más duros de pandemia, encontramos otra manera de llevar la farmacia a los pacientes.
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