Guillermo y Violeta Rallo: “La mayoría de farmacias somos un punto sanitario completamente accesible para los vecinos y donde el paciente tiene confianza”
Contadnos un poco de vosotros. ¿Cuántos años hace que ejercéis de farmacéuticos? ¿Por qué os decidisteis ser farmacéuticos?
Guille lleva unos 11 y yo [Violeta] algunos más. Supongo que, ser farmacéuticos, hace mucho que es algo innato en nuestras vidas. Hemos vivido muy de cerca la profesión, no solo por nuestra madre, sino por otros amigos de la casa: algunos de generaciones intermedias entre nuestros padres y nosotros que son del gremio. Entre todos nos han acercado a la profesión, han compartido con nosotros sus experiencias, su sabiduría y eso te acerca paso a paso a la vida profesional que hemos acabado eligiendo. Nos gusta lo que hacemos, nos implicamos y nos hace crecer como personas, que no es poca cosa.
Habladnos un poco de la farmacia donde trabajáis. ¿Cuánto hace que está abierta? ¿Siempre ha estado en la misma ubicación? ¿La denominación de la farmacia ha sido siempre la misma?
Trabajamos en la farmacia situada en el barrio Nou Moles, de Valencia, cerca de la salida oeste de la ciudad. La titular actual, Beatriz Doménech Sanchez, nuestra madre y jefa durante la jornada laboral, la compró en el 75. Empezó muy jovencita, con 23 años, y levantó ella sola la farmacia. Ha visto crecer el barrio y es una persona muy valorada entre los vecinos. Todo el equipo ha aprendido de ella y sigue haciéndolo. Tiene un gran ojo clínico y, siempre que hay alguna duda con un diagnóstico, es ella quien ayuda a resolverlo. Además, es una persona muy práctica y eso nos facilita el trabajo a todos. Facilita los procesos. Sabe delegar y nos ha dejado espacio para desarrollarnos.
Volviendo a dónde estamos ubicados, este ha sido siempre un barrio de gente trabajadora, con muchos emigrantes de Cuenca y Albacete. Muy cerca de la farmacia, que sigue ubicada en el mismo sitio desde entonces, estaba y está la antigua cárcel Modelo de Valencia: antes, con presos; hoy por hoy, reconvertido en un centro administrativo de la Generalitat, lo que ha dado mucha vida al barrio y sus negocios. Hace ahora dos años que ampliamos y reformamos la farmacia de la mano del arquitecto Joan Albert, de Acuatroestudio, que nos diseñó desde el espacio hasta los muebles, con el resultado de una farmacia personal hecha a medida de nuestras necesidades profesionales. Una farmacia para el paciente, para el barrio y, especialmente, para todo el equipo, que se merece trabajar en el mejor espacio que se pueda aportar. Esto mejora tanto nuestra experiencia diaria, la de todo el equipo, como del usuario, del paciente. Cuidar el espacio donde desarrollas tu trabajo, tu hábitat durante muchas horas, dar valor a lo que haces. Estamos encantados y muy orgullosos del trabajo que realizó Joan y de la farmacia en todos sus componentes.
El [servicio] más importante de todos es la atención farmacéutica, desde la dispensación activa a la indicación
¿Cuántas personas forman parte del equipo de la farmacia?
En el equipo, somos 6 personas. Todos farmacéuticos, lo que nos garantiza mucha calidad asistencial a la hora de atender a los pacientes. Encarna es la más veterana, sin contar a Bea, claro. Ha visto la evolución tanto del barrio como de la farmacia a lo largo de todos estos años, ha formado parte del crecimiento y evolución de la farmacia. Es una más de casa. Después de ella, los siguientes más veteranos somos Guillermo y yo, para continuar con Isabella y Lorena. Isa lleva 8 años formando parte de la familia y, Lorena, poco menos. Ambas son un pilar fundamental del equipo. La farmacia no sería lo que es sin ellas. Son dos farmacéuticas muy competentes, responsables y complementarias. Todos lo somos. Creo que una de nuestras fortalezas es eso, que a pesar de que todos hacemos de todo en el trabajo (atención farmacéutica, venta libre, dermocosmética, pedidos, reposición, recetas, análisis, gestión...), cada uno destaca en un ámbito diferente. Compartimos las responsabilidades del trabajo, enfocando a cada uno donde mejor se desarrolla y dividiendo en parte los procesos, para que haya un responsable final de cada tarea.
¿Qué servicios ofrecéis en la farmacia? ¿Cuáles son los más importantes o los que destacaríais?
El más importante de todos es la atención farmacéutica, desde la dispensación activa a la indicación, teniendo en cuenta la situación farmacoterapéutica en cada caso. También hacemos seguimiento de los tratamientos puntuales o de la evolución en determinadas patologías de los pacientes, como el inicio en diabetes, dando soporte con dietas y recomendando actividad física adaptada a las condiciones del paciente, en anticoagulantes, dando soporte por escrito de la alimentación y estilo de vida saludable. Explicamos siempre cómo tomar y conservar los medicamentos, informando de las medidas higienico-dietéticas que puedan ser coadyuvantes en los tratamientos farmacológicos. Además, ahora, con la situación de la pandemia, nos preocupamos o nos fijamos, especialmente, en las personas que sabemos que están más solas intentando estar pendientes y detectar alguna carencia o necesidad de apoyo.
Otro aspecto en el que destacamos es en la indicacíon / asesoramiento para fomentar la salud y el bienestar a través de complementos dietéticos, productos naturales y fitoterapia. Siempre, teniendo en cuenta el aspecto de la salud global o las patologías concomitantes del paciente.
También somos una farmacia especializada en dermocosmética. Esta, quizás es la categoría en la que más hemos crecido en los últimos años. Realizamos talleres de análisis de piel periódicamente y asesoramos a los clientes de una manera muy personalizada utilizando herramientas de seguimiento parecidas a las que utilizamos con la AF.
Tenemos servicio de asesoramiento nutricional y realizamos controles y seguimiento de tensión arterial, glucosa y perfil lipídico.
Además de esto, realizamos algunas fórmulas magistrales.
Hay que dar valor a nuestra profesión y a nuestro trabajo
¿Cuál es el perfil de cliente que visita vuestra farmacia? ¿Piden muchos servicios farmacéuticos?
Podríamos diferenciar, a grosso modo, dos perfiles:
Por un lado, las personas mayores, pensionistas usuarios de la S.S., con los servicios que esto supone, desde obviamente la atención farmacéutica a la preparación de SPD, seguimiento farmacoterapéutico, control de TA, glucemia, perfil lipídico... Uno de nuestros fuertes aquí es que trabajamos con cuenta de cliente. Así, podemos registrar desde necesidades específicas, alergias, intolerancias, alguna puntualización del tratamiento... Esto nos ayuda a todo el equipo a estar informado de la situación de nuestros pacientes y proporcionar un seguimiento farmacoterapéutico y personal adecuado. Hay que dar valor a nuestra profesión y a nuestro trabajo. La mayoría de farmacias somos un punto sanitario completamente accesible para los vecinos y donde el paciente tiene confianza, y el equipo está lo suficientemente preparado como para dar una respuesta asistencial de calidad.
Por otro lado, tenemos cada vez más gente joven, familias, tanto del barrio como de la ciudad administrativa. Aquí, el perfil de servicios o nuestro trabajo es diferente. En general, hay menos uso de la S.S., mayor consumo de productos para el bienestar, prevención de la enfermedad, indicación en síntomas menores, con lo que tenemos mayor venta libre, especialmente en fitoterapia, dietética y dermocosmética. Además, realizamos talleres de dermoanálisis, maquillaje, servicio de asesoramiento nutricional...
¿Qué herramientas de comunicación usáis con el paciente? ¿Cómo os soléis comunicar con ellos?
Pues utilizamos todo tipo de herramientas que están a nuestro alcance, en función del receptor, obviamente. A las personas más mayores intentamos darles indicaciones concretas y claras. Por ejemplo, apuntamos la medicación en las cajas o imprimimos una hoja de posología, según el caso y lo que prefiera el paciente, o su cuidador/a.
Con la gente más joven, nos comunicamos por WhatsApp para encargos o consultas, mail o lo que haga falta en función del caso.
¿Y con los médicos? ¿Mantenéis una relación fluida?
Por un lado, nos encantaría tener una comunicación más fluida especialmente con el centro de Atención Primaria del barrio. Creemos que esto debería estar automatizado a través de receta electrónica, no solo para avisar de la necesidad de renovación de tratamientos, especialmente ahora que no atienden in situ, sino para comunicar dudas, consultar posologías, comunicar duplicidades y mucho más. Creo que esto sería un gran avance para la sanidad y la salud de sus usuarios pero, desgraciadamente, ni las autoridades ni nadie con responsabilidad al respecto parece entender el valor que esto supondría para todos. Desde el centro de salud al paciente, pasando por las farmacias, que podríamos solventar rápidamente más de un quebradero de cabeza, contribuyendo a evitar el colapso de parte del trabajo del ambulatorio.
Por otro lado, tenemos que decir que sí mantenemos una comunicación fluida con la Unidad del Dolor del Hospital General de Valencia, con los que intentamos, a través de su farmacéutica, generar un plan de atención a las personas que sufren dolor y soledad en nuestro barrio.
Da mucha satisfacción trabajar tan cerca del paciente, poder contribuir a mejorar su calidad de vida, poder verlo y, en muchos casos, sentir el aprecio y el agradecimiento que te dan con su confianza diaria
Hemos visto que disponéis de una tienda online con los productos que ofrecéis. ¿Cómo y cuándo surgió la idea de montarla? ¿Qué importancia veis al canal de venta online?
La tienda la montamos hace ya unos 4 años o más. Queríamos entrar en el mercado, dejar abierta esa puerta, pero hemos de decir que no es nuestro canal de venta más boyante. Hay que invertir mucho, desde dinero hasta tiempo, la rentabilidad es baja y la satisfacción profesional, en nuestro caso, también. Aun así, ahí seguimos y seguiremos. Nos sirve para dar visibilidad a nuestros productos, para repasar a la hora de subir artículos, y hay que decir que, desde el inicio de la pandemia, vendemos algo más, sin tirar cohetes.
Además de la tienda online, disponéis de la web corporativa. ¿Qué tipo de información podemos encontrar?
Se pueden realizar encargos y consultas. Explicamos la cartera de servicios, las actividades, tenemos enlaces a Facebook, al blog, a nuestros perfiles de Linkedin, a asociaciones de pacientes y a la tienda online (que fue posterior a esta web corporativa).
¿Cómo imagináis la farmacia comunitaria del futuro?
Ojalá que como la actual, pero más comunicada con el centro de salud, para mejorar la calidad de nuestro servicio. Una farmacia asistencial, donde podamos desarrollar nuestras capacidades y conocimientos siempre en servicio del bienestar y salud del paciente. Centrada en los barrios, a pie de calle.
Por último, ¿qué mensaje le daríais a un estudiante de farmacia que tiene toda su carrera profesional por delante?
Creo que tenemos entre manos una profesión preciosa que abarca desde lo estructural de la química a lo humano de la medicina, que se entrelaza con la farmacología, nuestra ciencia. Que la carrera tiene un sinfín de posibilidades, no solo la oficina de farmacia, pero que si acabas aquí, donde nosotros estamos, al menos en nuestro caso, podemos decirte que es un trabajo que te llena. Da mucha satisfacción trabajar tan cerca del paciente, poder contribuir a mejorar su calidad de vida, poder verlo y, en muchos casos, sentir el aprecio y el agradecimiento que te dan con su confianza diaria. Feedback muy positivo. Te llena.
Puedes seguir a la farmacia donde trabajan Guillermo y Violeta Rallo en Facebook.
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