Antonio Hoys: “Es fundamental desarrollar la función social del farmacéutico saliendo de la botica”
Cuéntanos un poco de ti. ¿Cuántos años hace que ejerces de farmacéutico? ¿Por qué te decidiste a ser farmacéutico?
Ejerzo como farmacéutico adjunto o sustituto desde marzo de 2015 en la Farmacia Santa Lucía (García-Xarrié Ramírez C.B.), en Alcalá de Guadaíra.
La profesión de farmacéutico llegó a mi vida por casualidad, ya que no tengo vinculación alguna con el mundo de la farmacia ni era mi plan original de estudios, pues pensaba dedicarme a las ciencias ambientales, de manera que pudiese desarrollar una actividad profesional en el medio natural. Mientras decidía cuáles serían mis prioridades de elección, descubrí la carrera de farmacia y acabó siendo mi segunda opción tras la selectividad, ya que entendí que su amplia cantidad de posibles salidas profesionales sería interesante en caso de no poder alcanzar mi meta original.
Aquel año, una serie de acontecimientos hizo que muchos nos decantásemos hacia el estudio de materias relacionadas con el medio natural, de manera que las habituales notas de corte subieron espectacularmente y 3 centésimas de punto me hicieron llegar a la carrera de farmacia. Una vez allí, descubrí un campo de conocimientos basto y amplio que me pareció ideal para mí y allí me quedé. No me arrepiento del cambio.
La profesión de farmacéutico llegó a mi vida por casualidad. Me pareció ideal para mí y allí me quedé.
Háblanos un poco de la farmacia donde trabajas. ¿Cuánto hace que está abierta? ¿Siempre ha estado en la misma ubicación? ¿La denominación de la farmacia ha sido siempre la misma?
La farmacia en la que trabajo está enclavada en la intersección entre la avenida Santa Lucía y la calle Moguer, dentro de la barriada Agustín Alcalá de Alcalá de Guadaíra. Yo he crecido en este barrio, a tres calles de la farmacia, y mi apego hacia él ha hecho que actualmente resida a poco más de cinco minutos de ella. Es muy satisfactorio, personal y profesionalmente, el poder considerarte profeta en tu propia tierra.
Esta farmacia lleva abierta al público desde 1967, primero con D. Eugenio García Xarrié al frente y posteriormente sucedido por sus hijos Antonio y Carmen García-Xarrié Ramírez, y es un pilar central dentro de la vida intrínseca del barrio. Llegué a ella en 2013 para hacer mis prácticas tuteladas, me quedé trabajando como auxiliar mientras acababa la carrera y me convertí en adjunto en cuanto terminé. Y aquí continúo, junto a mis vecinos.
¿Cuántas personas forman parte del equipo de la farmacia?
Actualmente somos siete profesionales en el equipo: cuatro farmacéuticos y tres técnicos en farmacia. Afrontamos un horario de 12 horas de lunes a viernes y turnos de mañana los fines de semana con turnos rotatorios que nos permiten una buena conciliación familiar.
¿Qué servicios ofrecéis en la farmacia? ¿Cuáles son los más importantes o los que destacaríais?
Actualmente desarrollamos el servicio de sistemas personalizados de dosificación, que resulta muy cómodo para nuestros usuarios ya que les simplifica mucho la gestión de su medicación crónica, especialmente en casos donde hay varios cuidadores a cargo o donde el paciente presenta una merma en su capacidad de autogestión.
También desarrollamos el servicio de consejo nutricional, donde ayudamos a nuestros pacientes con sus problemas nutricionales, sea cual sea su necesidad, no solo centrándonos en la habitual demanda de pérdida de peso. Este servicio lo desarrolla mi compañero farmacéutico Jorge Niño que está estudiando y desarrollando su actividad profesional en ese campo.
Además, estamos en proceso de aumentar nuestros SPF apoyándonos en la plataforma AxonFarma del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, queriendo introducir hacia principios de año MAPAfarma y ANM que creemos pueden encajar muy bien en nuestra base de pacientes.
La farmacia es un pilar central dentro de la vida intrínseca del barrio
¿Cuál es el perfil de cliente que visita la farmacia? ¿Piden muchos servicios farmacéuticos?
Tenemos una base de pacientes muy variada, desde personas mayores pluripatológicas y polimedicadas hasta un buen número de recién nacidos. Estamos ubicados en una zona intermedia entre un barrio de toda la vida junto a una nueva zona de expansión, lo cual nos aporta una gran variabilidad de los perfiles de paciente habitual. Creo que eso hace que aportemos un valor extra en nuestro día a día pues hace que tengamos que actualizarnos hacia todos esos perfiles y no estamos anclado a uno en concreto.
Los SPF son muy populares entre los farmacéuticos, pero son unos grandes desconocidos para el público en general. Eso, junto con la reticencia habitual de la sociedad hacia los servicios de pago, hace que estemos en un escenario complejo que limita mucho su implantación. Pero es nuestro empeño el desarrollarlos haciendo ver que una pequeña inversión en salud puede darnos grandes retornos hacia nuestra calidad de vida.
¿Qué herramientas de comunicación usáis con el paciente? ¿Cómo os soléis comunicar con ellos?
Para los temas del día a día, el buen uso del mostrador es fundamental, junto con un buen uso del teléfono para asuntos urgentes. Y últimamente hemos implantado el teléfono propio de la farmacia para usar el WhatsApp y nos está resultando muy útil con los pacientes más jóvenes para gestión de encargos y el recordatorio de citas.
Para difundir información sanitaria usamos nuestros perfiles en redes sociales como Facebook e Instagram, donde solemos colgar avisos sanitarios, campañas y otra información que entendemos útil para la sociedad en general. De momento no nos hemos atrevido con los bailes en TikTok, pero quién sabe….
¿Y con los médicos? ¿Mantenéis una relación fluida?
Este es un tema donde necesitamos avanzar junto a la administración, que debe ver la importancia del canal de comunicación directo entre profesionales SAS y la farmacia. Es obvio que el sistema está al límite de su capacidad de personal y es primordial que sean capaces de ver nuestra capacidad de gestión de la información del día a día, lo que les facilitaría la labor de seguimiento de sus pacientes enormemente y a nosotros nos daría la seguridad de que el prescriptor conoce todo lo que los pacientes pueden omitir en la consulta.
Me gusta definir la farmacia como el primer dique de defensa del sistema sanitario, y como tal, debería existir un mecanismo eficaz de comunicación con los centros de atención primaria. Existe un proyecto piloto en el COF Sevilla llamado APFarma donde se ha puesto de relieve la utilidad de esta vía y es primordial que la administración la implante pues supondría un flujo de información muy interesante para los prescriptores a la hora de valorar eficacia de tratamientos, incumplimientos y otros problemas que detectamos cada día en los mostradores de las farmacias y que no se está aprovechando para optimizar el uso del sistema sanitario.
¿No sería magnifico para cualquier médico poder ver toda esta información que podemos proporcionarle a la hora de valorar por qué un tratamiento no da el resultado que se esperaba?
Me gusta definir la farmacia como el primer dique de defensa del sistema sanitario
Este año has lanzado el podcast “SOS Farma” junto a dos farmacéuticos. ¿Qué contenidos podemos encontrar?
Somos no solo tres farmacéuticos en el proyecto, sino que somos tres amigos desde hace mucho tiempo, lo que ayuda mucho a la hora de generar contenido. Estamos trabajando en desarrollar una línea de contenidos generalistas que pueda servir al día a día de cualquier persona que nos visite.
Actualmente hemos desarrollado una primera temporada basada en dos pilares: la divulgación a la sociedad general, sobre todo en temas de actualidad como por ejemplo la relación que existe entre las vacunas COVID y la farmacovigilancia, para así poder explicar cómo se han testado y aprobado. Y un segundo pilar que es la puesta en valor de la actividad profesional farmacéutica con temas como la cooperación farmacéutica.
Estamos preparando ya la segunda temporada donde pretendemos enlazar esos temas de actualidad con divulgación de temas generales y colaboraciones. Estamos en proceso de aprendizaje, forzándonos a desarrollar nuevas capacidades como la edición de audio, redacción de guiones, gestión de contenidos en redes, edición de video para formato videopodcast… Renovarse o morir es una máxima que cuadra con nuestra forma de ver la divulgación farmacéutica.
¿A quién se dirige el programa?
El podcast está enfocado a población general, ya que tratamos los temas de forma amena, sin intención de sentar cátedra alguna y poniendo todo nuestro interés en que al oírnos (o vernos en el formato vídeo podcast) puedas obtener algún elemento que mejore tu vida diaria o que simplemente te hagamos un poquito más feliz.
¿De dónde nace la idea de “SOS Farma”?
El proyecto se venía fraguando hacia más de un año con Cristóbal Abrio, que ya estaba dando sus primeros pasos de creador de contenido en Federico Mayo 23.
Inicialmente planteamos publicar un blog de temática científico-sanitaria, difundido a través de redes sociales y dirigido a población general, pero no teníamos muy claro el nicho y cómo posicionarnos en un mercado ya bastante copado por compañeros. Todo esto, unido al estallido de la pandemia del COVID-19, nos hizo decidirnos por meter el proyecto en el congelador pero, como suele pasar, una casualidad hizo que el formato podcast se cruzase en nuestro camino, vimos un hueco interesante para hacer divulgación científica y decidimos tirarnos a la piscina junto a Juan Pedro Biedma que es el tercer miembro del proyecto.
Somos parte del ADN de nuestros barrios y es esencial fortalecernos en ese aspecto
¿Cómo imaginas la farmacia comunitaria del futuro?
Mi visión de la farmacia comunitaria del futuro va un paso más allá, buscando interrelacionarnos con otros profesionales, integrándonos de forma efectiva en los procesos del sistema de salud y con total acceso a la información sanitaria del paciente, ayudándonos de medios digitales que ya son inherentes a la propia sociedad en la que vivimos. También la veo saliéndonos del confort del mostrador, fomentando nuestro papel en la sociedad en varios niveles, desde la participación en redes sociales como ventanas de información fiable hasta el posicionamiento del farmacéutico como referente sanitario cercano mediante la colaboración con entidades locales. Para mí, es fundamental desarrollar la función social del farmacéutico saliendo de la botica y convirtiéndonos en un pilar de nuestra comunidad cercana, asistiendo por ejemplo a formaciones en las asociaciones locales y centros educativos de nuestro entorno cercano. Somos parte del ADN de nuestros barrios y es esencial fortalecernos en ese aspecto.
Por último, ¿qué mensaje le darías a un estudiante de farmacia que tiene toda su carrera profesional por delante?
Primero le diría que aproveche al máximo su paso por la universidad. Posiblemente sean los mejores años de su vida, donde encuentre a sus mejores amigos y la oportunidad de desarrollar habilidades nuevas que le serán de gran valor en el futuro profesional. Conocer gente siempre es enriquecedor: viaja, sal, descubre.
En mi caso, desarrollé la participación estudiantil en cuantos ámbitos me fue posible, pasando por el aula de cultura, la junta de facultad y llegando hasta el Grupo de redacción del actual plan de estudios. Ese bagaje te acompaña en tu futuro y te dota de habilidades que ningún libro te puede dar. La experiencia será una de tus mejores profesoras y te hará especial.
Y cuando salgas de la universidad, si recalas en una oficina de farmacia, acércate a quienes ya conocen cada apellido, anota, reflexiona, desarróllate a su alrededor, busca un propósito a tu día a día, especialízate, date a valer como profesional sanitario y, sobre todo, hazte querer por quien cruza tu puerta a diario, porque no hay nada más satisfactorio que volver a casa a través de tu barrio y que todo el mundo te salude.
Puedes seguir a Antonio Hoys en Twitter e Instagram.
Descubre el podcast SOS Farma.
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