Obesidad infantil: ¿cómo puede ayudar la farmacia a combatirla?

Obesidad infantil: ¿cómo puede ayudar la farmacia a combatirla?

Cuidar la salud en la infancia y la adolescencia es cuidar la salud de los adultos del futuro. La presencia de la obesidad entre niños y jóvenes es cada vez mayor y si esta no se trata, puede derivar en patologías graves. La obesidad está generando que muchos niños y niñas sufran problemas de salud que en el pasado estaban atribuidos a adultos. ¿Es posible educar desde la farmacia para prevenir la obesidad? Sí, es posible. Te contamos cómo.

La obesidad infantil ya está catalogada como “la epidemia del siglo XXI” según la OMS. Factores como el sedentarismo, la utilización excesiva de pantallas, una dieta pobre en nutrientes o un consumo elevado de azúcar influyen en que uno de cada tres niños y adolescentes sufra obesidad infantil [3]. 

¿Qué es la obesidad?

La obesidad es una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo que genera un desequilibrio; es decir, el cuerpo genera más grasa de la que puede consumir. Con la obesidad aumenta el riesgo de enfermedades y problemas de salud, como, por ejemplo [1]:

  • Enfermedades cardíacas
  • Diabetes
  • Presión arterial alta
  • Determinados tipos de cáncer

Cuando la obesidad se presenta en la infancia o en la adolescencia, detectarla a tiempo resulta vital. Uno de los factores más complicados para madres y padres es reconocer que el niño o la niña puede estar padeciendo obesidad. Esa falta de reconocimiento precoz puede llevar a complicaciones futuras en la salud del infante.

Los datos del Estudio ALADINO 2019 son contundentes en este aspecto: “el 69.1% de los niños y las niñas con exceso de peso son percibidos por sus padres dentro del peso normal”. Esta percepción es más habitual cuando las madres o los padres tienen exceso de peso, cuando en el hogar hay un nivel de estudios o ingresos inferiores y cuando el hijo es varón. Esta distorsión retrasa mucho el abordaje del problema [5].

Qué es la obesidad infantil y cómo se calcula:

Durante la infancia y la adolescencia, el cuerpo del pequeño o la pequeña sufre muchos cambios, tanto de crecimiento como hormonales. Para realizar un buen acompañamiento durante esta etapa, educarlos en hábitos nutricionales que les aporten una energía saludable puede cambiar su salud en el futuro.

Actualmente, resulta complicado cifrar la medida exacta en la que se determina si un niño o una niña padece obesidad. Sin embargo, la obesidad se ha definido como un incremento del 20% del peso ideal con respecto a la estatura para la edad y el sexo del paciente [2]. Y es que la obesidad infantil actualmente ya está generando que niños y niñas sufran enfermedades que no corresponden a su edad, como por ejemplo [3]:

  • Diabetes
  • Hipertensión
  • Apneas del sueño
  • Problemas cutáneos
  • Depresión
  • Problemas de socialización

Uno de los indicadores utilizados para medir la grasa corporal y diagnosticar la obesidad es el IMC o Indicador de Masa Corporal; para ello se utiliza el peso y la altura. Ciertamente, medir este parámetro durante una de las épocas más cambiantes de una persona (la adolescencia y la infancia) es complicado, porque los periodos de crecimiento son muy acelerados.

Así pues, lo que para un niño a una edad es obesidad, para otro niño a una edad distinta pueden ser marcadores completamente normales. Por tanto, la comparación del IMC se debe hacer con niños y niñas de la misma edad y sexo, evitando también comparar los parámetros de un IMC en edad adulta. Para comprobar si el niño o la niña tiene el peso adecuado es posible realizarlo a través de una calculadora de IMC dirigida especialmente a los jóvenes [4].

La obesidad infantil en cifras

Los datos europeos sobre obesidad infantil y sobrepeso son alarmantes: 1 de cada 3 niños sufre obesidad o sobrepeso según el último informe de la OMS. España no se aleja tanto de esos datos: 4 de cada 10 niñas y niños españoles tienen exceso de peso; un 23.3% sufre sobrepeso y un 17,3% sufre obesidad.

La obesidad es un problema más frecuente en niños y el sobrepeso en niñas [5]. Sin embargo, en los últimos 20 años, los datos del Estudio PASOS muestran que la obesidad se ha duplicado en el caso de las niñas y las adolescentes (5,3% frente a 10.1%) mientras que, en los niños y los adolescentes, la cifra permanece estable (15.9% frente al 15.1%) [5].

Obesidad infantil: relación con los ingresos del hogar

El Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil 2022-2030 señala que la brecha social se muestra como un factor determinante con relación a la obesidad.

El informe que recoge este plan apunta que España es uno de los países de la UE donde la tasa de riesgo de pobreza y obesidad infantil tienen una correlación más alta. La tasa de obesidad en hogares donde los ingresos son bajos es de 23.7%, frente a hogares donde los ingresos son más altos, en los que la tasa de obesidad infantil se reduce hasta el 10.5%. Estos datos reflejan que la obesidad es más frecuente en hogares con menos recursos y disminuye su frecuencia a mayor nivel de ingresos [5].

¿Cómo se diagnostica la obesidad infantil?

Para valorar si un niño tiene obesidad o sobrepeso es vital recoger la historia clínica del paciente: desde las circunstancias sociofamiliares, personales, los antecedentes familiares, personales, la actividad física que realiza y, por último, los hábitos alimenticios que tiene.

Además de la historia, también es importante realizar una exploración física para valorar la grasa corporal y cómo está distribuida [7].

Hábitos saludables desde la farmacia 

Para combatir la obesidad infantil, es necesario inculcar valores y hábitos saludables desde la infancia. Para ello, la farmacia, a través de la educación sanitaria, puede guiar a las familias en cuestiones como la correcta nutrición o un estilo de vida saludable [6].

A la hora de comer [6]:

Lo que comemos es tan importante como cómo lo comemos, por eso, prestar atención a cuál es la actitud del niño mientras realiza la ingesta podrá permitir construir unos buenos cimientos en cuanto a la relación con la comida.

Por ello, a la hora de comer se recomienda:

  • Fijar horarios de comida.
  • Evita comer entre horas.
  • Realizar las 5 comidas diarias, disminuyendo la cantidad hacia la cena.
  • Masticar lentamente y evitar engullir.
  • Comer sentado en la mesa evitando distracciones como las pantallas, esto hará que el niño o niña coma lo que necesita.
  • Evitar el plato único y utilizar platos pequeños.
  • Comer acompañado es mejor que comer solo.

Dieta equilibrada [6]:

Alimentarse no es solo comer, sino seleccionar alimentos ricos en nutrientes que aporten energía saludable a nuestro cuerpo. Para ello, si se desea cuidar la alimentación, es importante que toda la familia sea parte del cambio, tanto en la elaboración como en las propuestas. La implicación y la educación nutricional son factores clave en la lucha contra la obesidad.

Para llevar una dieta equilibrada, es recomendable:

  • Beber agua entre comidas y eliminar los zumos comerciales y las bebidas con mucho azúcar.
  • Consumir fruta y verdura diariamente.
  • Introducir legumbres en la dieta al menos dos veces a la semana
  • Cocinar la carne y el pescado a la plancha o hervidos. Evitar los rebozados.
  • Es importante evitar: mantequilla, crema de leche, salsas con exceso de grasa, alimentos ricos en azúcares, helados, chocolates, bollería industrial, golosinas…
  • Seguir un menú variado. Esto evitará que la niña o el niño se aburra de comer siempre lo mismo.
  •  

Actividad física [6]:

Como se mencionó anteriormente, la obesidad es un desequilibrio entre una ingesta de comida superior al gasto de energía que se realiza. Por ello, para ayudar al cuerpo a quemar la grasa, es necesario realizar actividad física.

  • Hacer ejercicio a diario; caminar, gimnasia…
  • Dosificar la relación con el uso de las pantallas.
  • Realizar actividades deportivas en familia: excursiones a la montaña, paseos en bici, patinar…
  • Buscar una actividad deportiva extraescolar que motive al niño o la niña para realizar después de clase.

 

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Referencias:

[1] Obesidad. Mayo Clinic. Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/obesity/symptoms-causes/syc-20375742 [Acceso 30/05/2023]

[2] B. Moreno, E. Hernández: Obesidad infantil. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. Elsevier. 2000, vol.47, no 2, p. 55-59. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-endocrinologia-nutricion-12-articulo-obesidad-infantil-9258  [Acceso 30/05/2023]

[3] Lo que esconde la obesidad infantil: enfermedades de adultos en niños cada vez más pequeños. Disponible en: https://elpais.com/salud-y-bienestar/2022-08-15/lo-que-esconde-la-obesidad-infantil-enfermedades-de-adultos-en-ninos-cada-vez-mas-pequenos.html [Acceso 30/05/2023]

[4] Definir el sobrepeso y la obesidad en los niños. Medline Plus. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000384.htm#:~:text=Si%20el%20IMC%20de%20un,que%20tiene%20sobrepeso%20u%20obesidad. [Acceso 30/05/2023]

[5] Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030). Gobierno de España. Disponible en: https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/actividades/Documents/2022/100622-plan-estrategico-nacional-reduccion-obesidad-infantil_en-plan-bien.pdf [Acceso 31/05/2023]

[6] A. Mainou, C. Mainou, F. Plaza, M. Borrell, Obesidad infantil. Actualización. EAP Sarrià-Vallplasa. 2009, vol.23, no 2, p. 48-51. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4583004   [Acceso 31/05/2023]

[7] J. Dalmau, M. Alonso, L. Gómez, C. Martínez, C. Sierra. Obesidad Infantil. Recomendaciones del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría. Parte II. Diagnóstico. Comorbilidades. Tratamiento. Anales de Pediatría. 2007, vol.66, no 3, p. 294-304 Disponible en: https://www.analesdepediatria.org/es-obesidad-infantil-recomendaciones-del-comite-articulo-13099693  [Acceso 02/06/2023]  

 

 

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