Emprendiendo dentro de la farmacia
Poner en marcha un nuevo proyecto empresarial o ampliar y modificar el que tenemos resulta complicado pese a las ayudas de la administración y de las entidades bancarias que facilitan el crédito. Sin embargo hay algunos emprendedores que se atreven a dar este paso en un intento por mejorar su negocio. ¿Qué hace falta para emprender?
Los profesores Vijay Govindarajan y Srikanth Srinivas, publicaron un artículo en Harvard Business Review titulado “Finding your place in the competitive jungle”, “Encontrando tu lugar en la selva competitiva”. Este modelo resume el imperativo de la innovación y cómo se define la competencia hoy en día. Determina a través de cuatro cuadrantes, la posible situación de una empresa.
Cada cuadrante muestra los cambios necesarios que se deben realizar para “mantenerse al frente de la manada”: todos ellos tienen en común una palabra, innovación. La innovación implica un cambio, la aplicación de nuevas ideas, conceptos, productos, servicios y prácticas con la intención de ser útiles para el incremento de la productividad. Pero la decisión de innovar implica emprender un nuevo proyecto.
El emprendedor se caracteriza por presentar elevada autoconfianza, orientación al logro, tolerancia a la frustración y orientación comercial. El desarrollo de su proyecto, su puesta en marcha y su crecimiento y éxito van a depender de las relaciones que establezca en diferentes ámbitos, por lo que conviene que tenga facilidad para las relaciones personales, para la comunicación y la negociación.
Pero emprender en el negocio no es sencillo, las empresas se enfrentan a una creciente presión en dos frentes; el primero es que los productos presentan ciclos de vida cada vez más cortos, y el segundo es una variedad cada vez mayor de tecnologías que pueden alterar estructuras de costos fundamentales y modelos de negocio. En el caso del sector farmacéutico, además se presenta otras barreras: la regulación específica de las oficinas de farmacia y la gran inversión económica inicial.
Poner en marcha un nuevo proyecto empresarial o ampliar y modificar el que tenemos resulta muy complicado pese a las ayudas de la administración y de las entidades bancarias que facilitan el crédito. Sin embargo hay algunos emprendedores que se atreven a dar este paso en un intento por mejorar su negocio.
El emprendimiento empresarial no siempre tiene que pasar por encontrar un producto “nicho” que solamente nosotros podamos vender. Cada vez más, encontramos modelos de emprendimiento relacionados con servicios al cliente. El cliente valora más un servicio ajustado a sus necesidades que un bajo precio, y en eso, el farmacéutico es un profesional experto. Encontrar el servicio que nuestro cliente demande y podamos ofrecer en exclusiva, será lo que nos permita emprender una nueva manera de hacer las cosas que nos diferencie de la competencia.
Podemos fijarnos en negocios que fueron modelo de emprendimiento y que están triunfando en otros sectores, pueden darnos algunas ideas para emprender en la farmacia.
Experiencia de compra: Miniboutiques con encanto, librerías-cafetería, etc. Se nos van los ojos hacia pequeñas tiendas que no tienen una gran gama de producto pero ofrecen una experiencia para los sentidos, cuando entras en una de ella, es difícil salir de allí sin comprar algo. Además todos sabemos que cuanto más permanece el cliente en la farmacia, más se incrementa el potencial de compra.
Clubes de compra: El boom de Groupon y Letsbonus radica en ofrecer la posibilidad de asociarte con otros compradores para conseguir un producto a un precio menor. ¿Y si lo pudieras hacer en tu farmacia con productos de cosmética o alimentación infantil? Tus clientes pueden formar un club de compra exclusivo y adecuado a sus necesidades. El farmacéutico podría anticipar el producto demandando, comprando gran cantidad y haciendo una rotación inmediata del mismo.
Producto personalizado: Camisetas y zapatillas a nuestro gusto, con nuestros colores, con nuestras medidas exactas. Cada vez nos gusta más diferenciarnos en el consumo, tener productos que hacen en exclusiva para nosotros. La farmacia lo lleva haciendo años (formulación magistral) ¿por qué no adecuarnos a lo que el cliente nos pide y no puede ofrecerle una gran superficie o cadena de cosmética?
Diagnósticos personalizados de salud: ¿Recuerdas la célebre frase “pronador o supinador” de la campaña de marketing de Decathlon?, es un ejemplo de como un establecimiento “marca blanca” en deporte, personaliza su servicio y facilita la venta de sus productos.
Horarios y entregas ajustados a los nuevos clientes: ¿Por qué no plantear a tus clientes más ocupados la opción de realizar un pedido online para recoger en tienda? A nadie le gusta esperar, si puedes hacer tu compra-pedido de la farmacia y recogerla sin esperar colas, no vas a esperar para comprar lo mismo en otra farmacia.
Packs de producto personalizado: Cestas regalo desayuno, canastillas con productos para bebé, cestas de cosmética navideña, etc. A menudo no usamos la mayor parte de los productos que están en las cestas estándar de los comercios por no adecuarse a nuestros gustos y necesidades. Pero si la podemos pedir a la farmacia con las necesidades específicas de la persona a regalar: pieles atópicas, primera dentición infantil, piel con tendencia a acné, etc.?
Ajustándonos al presupuesto del cliente, podemos combinar un mix de productos de distintas marcas de la farmacia y el regalo no defraudará.
Estas son algunas ideas para emprender pequeños proyectos dentro de tu negocio, pero seguro que tú tienes ya alguna idea en mente, solo necesitas el impulso para el primer paso.