Aprendiendo a Gestionar Personas
Gestionar personas parece ser que es el nuevo mantra de la gestión, pero será mejor comenzar por el principio para no perdernos en teorías absurdas que nos impidan ver el bosque. Podemos definir gestión como la acción y la consecuencia de administrar o gestionar algo. Al respecto, hay que decir que gestionar es llevar a cabo diligencias que hacen posible la realización de una operación comercial o de un anhelo cualquiera. Administrar, por otra parte, abarca las ideas de gobernar, disponer, dirigir, ordenar u organizar una determinada cosa o situación. Personas no creo que haga falta definir lo que son, ¿verdad?
Por tanto, si somos capaces de gestionar personas en el sentido de gobernar, dirigir, ordenar u organizar de una determinada manera, la que mejor se adapte a la misión, visión y valores de nuestra organización, tendremos gran parte del partido ganado.
Pero como todo lo que parece fácil, no lo es, y menos cuando se trata de “personas”, cada uno de su padre y de su madre, unas más motivadas, otras menos, otras ya de vuelta de todo. Gestionar personas es todo un arte, pero cosas más difíciles se han visto.
En primer lugar, no debemos caer en el error de ver a las personas de la organización como un recurso más de la empresa, sino como un individuo. La gestión de personas debería enfocarse por tanto hacia ambos aspectos, estableciendo así una serie de puntos estratégicos:
Teniendo claros estos cinco pilares tendrás ya mucho terreno ganado, pero recuerda que las personas no son máquinas exactas en las que apretar los botones adecuados en función de cada situación, de ahí que gestionar personas sea un arte.
- Crear el clima de confianza adecuado: En este ambiente laboral se fortalece la productividad y la motivación, creando canales de comunicación fluidos y toma de decisiones eficientes.
- Crear ilusión e inspiración: Crear un clima en el que el colaborador pueda exprimir su talento con libertad y pasión, es primordial para la gestión de personas óptima.
- Trazado de planes precisos: Todos los equipos de trabajo implicados en el proyecto deben tener clara la línea a seguir, las metas por cumplir y las acciones y actividades que se han de poner en marcha para lograr el éxito.
- La comunicación adecuada: Crear canales eficientes que potencien el intercambio de ideas, mejora la transparencia, la motivación y la detección de oportunidades de mejora.
- Identificación y retención del talento: Si eres capaz de identificar el talento interno de la organización y potencias su desarrollo y sentido de pertenencia a la empresa, no necesitarás salir al mercado laboral a buscar talento a precios desorbitados.
Teniendo claros estos cinco pilares tendrás ya mucho terreno ganado, pero recuerda que las personas no son máquinas exactas en las que apretar los botones adecuados en función de cada situación, de ahí que gestionar personas sea un arte.
¿Comenzamos a practicarlo?