Deuda: riesgos y oportunidades. La perspectiva de la farmacia
La situación actual es muy favorable para acceder a financiación ajena, ya que los tipos de interés son bajos y hay una mayor predisposición de las entidades bancarias para conceder préstamos. Como directores generales de nuestro negocio, solemos plantearnos continuamente algunas dudas: ¿Es conveniente o no realizar inversiones? Y ¿Cómo financiarlas? En este artículo os dejo algunas claves útiles en la farmacia.
Una situación que se nos suele presentar como directores generales de nuestro negocio es la conveniencia o no de realizar inversiones y cómo financiarlas. Soy un firme defensor de reinvertir sistemáticamente en el mantenimiento y mejora de la OF. Esto es clave para mantener máxima calidad en la atención y servicios que prestamos a nuestros usuarios. Incluso en aquellos casos en que la inercia de la farmacia es positiva y cumple con las expectativas, es recomendable seguir esta filosofía.
Si nuestra inversión es lógica en cuanto a su naturaleza, objetivos de negocio y retorno estimado, toca identificar qué fórmula financiera nos permitirá sacar el máximo rendimiento a nuestro dinero.
El ejemplo de Iván es muy acertado y gráfico. La situación actual es muy favorable para acceder a financiación ajena, ya que los tipos de interés son bajos y hay una mayor predisposición de las entidades bancarias para conceder préstamos. Ahora bien, esto no garantiza en ningún caso que la operación sea pertinente.
Justo por lo que explicaba Iván y porque hay factores que influyen decisivamente, como los tipos aplicados o el retorno estimado, debemos realizar un análisis muy exhaustivo para elegir un modelo u otro de financiación.
Si en el modelo de financiación hay una parte ajena, existen multitud de productos bancarios que pueden adaptarse a nuestras necesidades. Es fundamental que tengamos un buen asesoramiento profesional, con el fin de que nos explique las diferencias entre productos, sus ventajas e inconvenientes. Teniendo en cuenta la naturaleza de la inversión, el tamaño de nuestro negocio y otros factores de carácter financiero y fiscal, el producto puede ser adecuado o no.
Un ejemplo en este sentido es el leasing. Se trata de un producto financiero que permite diferir el pago de IVA durante el periodo de amortización del bien, al tiempo que la garantía en la operación es el propio bien.
Con respecto a la financiación propia, es conveniente estudiarla también con detalle. Imaginemos que tenemos un depósito bancario que nos está rindiendo un 3,5%. Igual existe un coste de oportunidad manteniendo este status quo y acudiendo a la financiación ajena. ¿Por qué? Pues probablemente porque podamos tener acceso a dinero barato con tipos de interés bajos, que nos permitan financiar la operación sin descapitalizarnos, con un ratio de deuda adecuado, y devolvernos un resultado, en términos de rentabilidad, igual o superior al 3,5% que estamos obteniendo con el depósito.
Como Iván explica en su post, la deuda puede abrir la puerta a una mejora de la rentabilidad de una inversión. Esto puede abrirnos la oportunidad de ganar más con menos o incluso de minimizar y/o diversificar riesgos.
También, a mi juicio, conviene perderle miedo al hecho de endeudarnos, siempre eso sí haciéndolo con cabeza y atando los cabos adecuados para no perder solvencia en ningún momento.
Francisco Cobo
Farmacia Cervantes de Granada.
Gestión financiera y gerencia de la oficina de farmacia.
@fcobo1979