El objetivo es informar y ayudar a los padres para que aprendan a reconocer los posibles síntomas de la enfermedad y que compartan la información con el pediatra.
Una falta de conocimiento adecuado, bajos niveles de confianza y déficit en habilidades comunicativas son algunas de los inconvenientes señalados por los farmacéuticos para implementar intervenciones en salud mental.