La crisis sanitaria por la COVID-19 ha comportado muchos cambios que requieren de flexibilidad y adaptabilidad constante, sobre todo en la farmacia como agente sanitario.
Las nuevas generaciones tienen nuevas necesidades y demandas. Por ello, la farmacia debe tener en cuenta las características de un público mucho más digital actualmente.
La oficina de farmacia recurre a Internet para múltiples actividades: desde redes sociales hasta la promoción de nuevos servicios. Pero Internet conlleva estar expuesto a la opinión pública y a la crítica.
Mejorar la experiencia de usuario con recomendaciones personalizadas es una de las maneras de fidelizarlos y aumentar las ventas en plataformas de venta online.
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