La legislación española establece una serie de servicios que las Oficinas de Farmacia deben prestar: dispensación, indicación, seguimiento farmacoterapéutico y formulación magistral.
En el pasado, el trabajo del farmacéutico comunitario se limitaba en Estados Unidos a la dispensación de medicamentos, pero la tendencia es ofrecer cada vez más atención sanitaria y servicios desde la Oficina de Farmacia.
La creciente demanda de servicios de Atención Primaria y de urgencias se podría reducir si se produjera un "cambio radical" en el papel de los farmacéuticos.