cigarros sobre una cantidad grande de tabaco

El tabaco, una amenaza para el desarrollo, lema del Día Mundial del Tabaco 2017

Ayudar a los países y a la sociedad civil a combatir la intervención de la industria tabacalera en las políticas públicas es una de las metas de la campaña de la OMS.

El 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concienciar a la sociedad de los riesgos para la salud que comporta el tabaco e impulsar el desarrollo de políticas públicas eficaces para reducir el consumo.

La campaña de este año, El tabaco, una amenaza para el desarrollo, sirve para demostrar que la industria del tabaco pone en riesgo el desarrollo sostenible de los países, además de la salud y bienestar económico de los ciudadanos. Así, la OMS propone varias medidas de lucha contra el tabaquismo para favorecer un desarrollo sostenible y promover un estilo de vida saludable.

La OMS insta a los países a cumplir con una de las metas de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS): reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles en el mundo en 2030, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Además, cada país debe proteger a sus ciudadanos de los efectos perjudiciales del tabaco y reducir el peso de esta industria en las economías nacionales. Por otro lado, la lucha contra el tabaco no solo concierne a los gobiernos. Mediante el compromiso de cada ciudadano de dejar el tabaco o de buscar ayuda para conseguir este objetivo, no solo mejorará su salud sino la de la gente de su entorno.

Asimismo, el papel de la farmacia comunitaria es clave para reducir el consumo de tabaco, como lo demuestra el programa de cesación tabáquica Cesar promovido por la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac). De hecho, cerca del 40% de los pacientes que tiene acceso al servicio de cesación tabáquica en farmacia consigue dejar de fumar, según datos que recoge el propio programa.

Cerca de 6 millones de personas mueren al año debido al consumo de tabaco, cifra que aumentará hasta los 8 millones en 2030 si no se intensifican las medidas. El 80% de las muertes prematuras se producen en países de renta media y baja, donde las dificultades para alcanzar los objetivos de desarrollo son mayores.

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