Optimizar la distribución de la farmacia con el merchandising
Mediante la distribución de los puntos de mayor y menor rendimiento, los llamados puntos calientes y fríos, podemos potenciar el espacio de venta y darle un valor añadido a la oficina de farmacia.
Los elementos que configuran la oficina de farmacia y su distribución afectan a las pautas de los pacientes a la hora de consumir. Mediante una optimización del merchandasing y una correcta distribución del flujo de visitantes, podemos contribuir a mejorar la imagen de la farmacia, la satisfacción de los pacientes y la salida de productos que sean de interés.
Merchandising exterior e interior
El merchandising exterior se compone de cruz, rótulo, logotipo, escaparate y arquitectura externa, y de elementos complementarios, como lonas, color de la fachada, pantallas de leds, pizarras, pequeñas cruces, etc. Su función es llamar la atención, dar visibilidad y comunicar.
El merchandising interior es algo más complejo. Sus objetivos son determinar el recorrido de los clientes dentro de la farmacia para acercarles el producto y rentabilizar el espacio, aprovechar las zonas arquitectónicas frías y calientes (de las que hablamos abajo), modificar éstas de forma intencionada y exponer el producto y el stock de manera eficiente.
Puntos calientes y puntos fríos
Los puntos calientes son aquellos de mayor atracción y alto rendimiento, que funcionan por el flujo de tránsito y el tiempo de estancia. Nunca se deben enfriar; por el contrario, deben utilizarse para la exposición de los productos que queremos potenciar.
Los puntos calientes son las zonas siguientes:
- Zonas situadas a la derecha del trayecto que va desde la entrada hasta el mostrador
- La zona de detrás del mostrador y sus laterales (en especial el derecho)
- La zona más próxima al pesabebés
- La toma de tensión
- Las zonas de exposición más atractivas, como la cosmética
Los puntos fríos, por el contrario, son los espacios de menor atracción. Son puntos fríos:
- Los laterales de la zona de entrada (especialmente el izquierdo)
- Las esquinas
- Las zonas con barreras arquitectónicas
- Pasillos estrechos
- Pasillos demasiado amplios
¿Cómo calentar un punto frío sin enfriar un punto caliente?
Deben utilizarse elementos, productos y servicios que ejerzan de polo de atracción. Por ejemplo, elementos mecánicos como el pesabebés, la báscula o el dispensador de turnos; los productos básicos o de primera necesidad, como leches infantiles; elementos de comunicación y/o animación; punto de atención farmacéutica y/o de toma de tensión.
Del mismo modo, existen elementos que enfrían las zonas y deben evitarse. Por ejemplo: los mostradores largos o muy grandes, la colocación indiscriminada de expositores que puedan dificultar la visibilidad del producto y/o el acceso a las zonas de venta, las góndolas y expositores a demasiada altura, mostradores inutilizados y mala iluminación.
Referencia:
Carlos Serra, Juan (2015). Todo lo que debe saber sobre gestión de la farmacia. Barcelona, España. Profit Editorial I., S.L. (pp. 345-360)