Inteligencia Competitiva

Inteligencia Competitiva

La farmacia tradicional enfrenta hoy grandes retos. Siendo un sector tan regulado, se mueve en un entorno cambiante, con consumidores exigentes, competencia creciente e innovaciones disruptivas. Superar con éxito estos retos requiere de aprendizaje continuo, adaptación organizacional y cambios culturales.

La farmacia tradicional enfrenta hoy grandes retos. Siendo un sector tan regulado, se mueve en un entorno cambiante, con consumidores exigentes, competencia creciente e innovaciones disruptivas. Superar con éxito estos retos requiere de aprendizaje continuo, adaptación organizacional y cambios culturales.

En este sentido, una de las prácticas que puede ser más útil es la Inteligencia Competitiva (IC), entendiendo esta como el proceso de obtención, análisis, interpretación y difusión de información de valor estratégico sobre tus clientes, competidores y entorno.

Para ser eficaz con este proceso, tienes que abordarlo de  forma consciente,  sistemática, integrada al día a día de tu organización, y resguardando las fronteras legales y éticas.

Analizando a tus clientes,  competidores y entorno, surgirán preguntas que te orientarán.



Veamos algunos ejemplos:

¿Qué información manejas de tus clientes? ¿Sabes qué consumen? ¿Lo hacen con alguna periodicidad? ¿Consultas sus necesidades? ¿Tendrías capacidad de ofrecerles otros productos o servicios complementarios?

¿Quiénes son tus competidores? ¿Dónde están? ¿Qué líneas de productos manejan o qué servicios ofrecen? ¿Qué estrategias de mercadeo usan?

¿Qué puedes esperar de las instituciones públicas? ¿Habrá innovaciones en otros sectores que puedan ser útiles en el tuyo?

No se trata aquí de recopilar datos sin más, -porque un exceso de información también puede ser muy nocivo-, sino de contar con lo relevante para detectar oportunidades y amenazas, y tomar las mejores decisiones.

Para ello te recomiendo lo siguiente:

  1. Elige que datos y fuentes de información te interesan.
  2. Define un proceso simple, pero que sea sistemático y constante.
  3. Involucra a tus empleados, clientes y proveedores.
  4. Analiza la información obtenida y utilízala para decidir.



Finalmente, no te preocupes si no cuentas con un sistema muy sofisticado, lo importante es que empieces y conviertas a la Inteligencia Competitiva en una herramienta estratégica para el desarrollo de tu organización.

 

José Manuel Rodríguez-Grille

Licenciado en Ciencias Biológicas y Máster en Administración de Empresas.

Estrategia empresarial, desarrollo de personas y emprendimiento.

@JoseManuelR

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