El valor de las redes sociales en la farmacia comunitaria I
Ángeles Ruíz es una de las farmacéuticas más activas en redes sociales. En este primer artículo de una serie de dos, aborda la confianza y la privacidad en las redes sociales.
Ángeles Ruiz Vázquez
Nos encontramos en la era de la participación, de la conversación y la colaboración, en un entorno permanentemente conectado, donde los acontecimientos que se consideran noticiables se van sucediendo a velocidad de vértigo. Nuestras vidas se han vuelto digitales y las redes sociales se han convertido en un recurso importante de salud, y no solo para los millennials: un 90% de los adultos las utilizan para buscar y compartir información de salud. Lo que de entrada parece una excelente idea presenta sin embargo dos problemas muy serios: la veracidad de la información y la vulneración de la privacidad.
Los bulos de salud, la posverdad y la necesidad de fuentes confiables
La inmediatez de la comunicación y la posibilidad de participación en tiempo real de cualquier persona permite establecer conversaciones donde circulan opiniones de todo tipo, algunas sin rigor científico alguno. Se generan bulos que se expanden, permanecen durante un tiempo activos y resurgen cada cierto tiempo. Todo esto provoca una merma en la credibilidad hacia las redes sociales: un 69% ha visto afectada su confianza por las noticias falsas [1].
Las comunidades como alternativa a la pérdida de privacidad
Siguiendo con el mismo informe, un 71% de las personas está preocupada por su privacidad. Un diálogo más íntimo y significativo con grupos de audiencias más pequeños (con menor exposición pública) podría ser más valioso, al crear comunidades controladas y compartir contenido relevante fiable entre iguales.
Ya hay comunidades alrededor de una enfermedad o condición común sin depender de barreras físicas o temporales, como las asociaciones de pacientes, que han apostado por la tecnología como medio de divulgación, generadores de contenidos y opinión, obteniendo muy buenos resultados.
Si unimos el factor de la pérdida de confianza, por la circulación sin control de noticias falsas, a la preocupación por mantener la privacidad, no es de extrañar que se estén construyendo comunidades cerradas con un interés común.
En esta línea, plataformas como Facebook plantean la estrategia de hacer una red cada vez más social. Han adoptado el lema “el futuro es privado” con un rediseño en su aplicación que pone énfasis en los grupos. Anuncia nuevas características para comunidades a través de grupos de salud donde los miembros pueden publicar preguntas y compartir información sin que su nombre aparezca en la publicación.
Si unimos el factor de la pérdida de confianza, por la circulación sin control de noticias falsas, a la preocupación por mantener la privacidad, no es de extrañar que se estén construyendo comunidades cerradas con un interés común y una vigilancia más activa por parte de sus miembros. Como ejemplo de reciente creación, el grupo cerrado de Facebook “Pacientesquecuentan” [2], en tan solo dos meses ha conseguido reunir 773 miembros y ha obtenido una interacción de 7480 reacciones y/o comentarios en tan solo 28 días.
Puedes leer el segundo artículo de la serie 'El valor de las redes sociales en la farmacia comunitaria II' sobre el valor de las redes y las comunidades de usuarios, así como su uso e integración con la farmacia.en este enlace.
Puedes seguir a Ángeles Ruíz en su perfil de Twitter.
Referencias
[1] Trust Barometer Special Report: Brands and Social Media. Edelman (2019). Disponible en: https://www.edelman.com/research/trust-barometer-brands-social-media [Acceso:11/06/2019]
[2] Bienvenido a pacientes que cuentan. Pacientesquecuentan (2019). Disponible en: https://pacientesquecuentan.com [Acceso:11/06/2019]