El papel del farmacéutico en la migraña

Hoy en día, la migraña es una enfermedad infravalorada e infradiagnosticada. Entre otros motivos, por un gran desconocimiento o un concepto erróneo de la misma por parte de la población general. A nivel mundial, constituye el sexto trastorno más prevalente y la segunda causa de discapacidad al reducir la calidad de vida de la población afectada. En nuestro país, su prevalencia ronda el 12-13%, lo que engloba alrededor de cinco millones de personas de las que, aproximadamente el 80%, son mujeres. Por ello, es importante dar a conocer la enfermedad para ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.

¿Qué es la migraña?

Es un tipo de cefalea primaria que cursa con dolor de cabeza de carácter pulsátil, incapacitante, de moderado a intenso, de 4 a 72 horas de duración y a un lado de la cabeza. Éste suele ir acompañado de náuseas, vómitos, fotofobia, fonofobia y/o un empeoramiento del mismo con la actividad física cotidiana. En un pequeño porcentaje de personas, la cefalea va precedida o acompañada de aura, una serie de trastornos visuales, sensitivos y/o motores de 5 a 60 minutos de duración.

¿Por qué aparece la migraña?

Es una enfermedad de origen multifactorial. No existe un factor cabal que la desencadene, sino una confluencia de éstos. Se clasifican en:

• Modificables: mala higiene del sueño y de la alimentación, consumo de ciertos alimentos (queso, chocolate), tras una tensión emocional intensa, cambios sensoriales (luz brillante, sonido) y ambientales (temperaturas extremas, cambios de presión atmosférica), consumo de compuestos químicos como alcohol, anticonceptivos orales, analgésicos o nitratos (carnes procesadas).
• No modificables: edad activa (25-55 años), sexo femenino y predisposición genética.

¿Existen diferentes tipos de migraña?

Según la frecuencia con la que aparecen los ataques de migraña, se pueden clasificar en:

• Migrañas episódicas: se presentan con una frecuencia inferior a 15 días al mes.

• Migrañas crónicas: igualan o superan los 15 días al mes.

La primera puede acabar desencadenando la segunda si no se diagnostica a tiempo. Entre otros motivos, por un abuso en la toma de analgésicos, uno de los factores de cronificación más importantes.

Según la Clasificación Internacional de Cefaleas, se puede clasificar en migraña sin aura o común (75% de la población afectada) y en migraña con aura o clásica (25% de la población restante).

Tratamiento de la migraña

Existe una gran variedad de alternativas terapéuticas. Generalmente, se debe combinar el tratamiento no farmacológico (evitar factores desencadenantes, practicar técnicas de relajación, acupuntura, etc.) con el tratamiento farmacológico.

Éste último se divide a su vez en dos tipos cuya combinación resulta efectiva en las personas que sufren migraña:

• Tratamiento agudo: el objetivo es tratar los ataques de migraña. Se incluyen los AINEs y los triptanes. Pueden asociarse a antieméticos como Metoclopramida o Domperidona.
• Tratamiento preventivo: el objetivo es reducir la frecuencia de los ataques. Entre estos fármacos se encuentran los betabloqueantes (Propranolol), antiepilépticos (Topiramato), antidepresivos (Amitriptilina) y calcioantagonistas (Flunarizina).

Para las personas refractarias a estos tratamientos, están indicados la toxina botulínica tipo A y los anticuerpos anti-CGRP.

Papel del farmacéutico comunitario en la migraña

La farmacia comunitaria es, en muchas ocasiones, el primer punto del encuentro entre el paciente y un profesional sanitario. Es por ello que el farmacéutico comunitario puede ejercer un papel clave en la prevención, control y seguimiento de la migraña.

El farmacéutico deberá conocer la enfermedad, así como el tratamiento, para poder actuar ante diferentes situaciones:

• Prediagnóstico. El paciente acude con dolor de cabeza. El farmacéutico valorará si se trata de migraña u otra cefalea y le derivará al médico, el cuál le realizará un diagnóstico más preciso.
• Prevención y control. El paciente sabe que tiene migraña pero desconoce cómo tratarla y/o prevenirla. El farmacéutico le dará una serie de consejos preventivos y le derivara al médico. Luego le realizará un control para ver la efectividad de los mismos.
• Seguimiento. El paciente está en tratamiento con fármacos para prevenir la migraña. El farmacéutico podrá realizar preguntas cada vez que vaya a retirar la medicación para así, poder detectar si es efectivo o no y derivar al médico en caso necesario.

Además, el farmacéutico puede ayudar al paciente a preparar la visita al neurólogo experto en cefaleas. Para ello se le explicará la enfermedad y se le propondrá la realización de un ‘’diario’’ en el cuál apuntará la frecuencia de ataques al mes, su duración, síntomas y medicación que se toma, actividades, alimentos u otros datos relevantes previos al comienzo del ataque.

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