
Las 5 preguntas sobre las subastas andaluzas: Angy García, Jesús Cruz y José Rodríguez Cánovas
A finales de septiembre finaliza la primera licitación que no se renueva de las conocidas como subastas andaluzas. Pese a que hasta 2020 aún habrá licitaciones en vigor, a partir del próximo sábado 28 se liberarán ya los primeros 193 medicamentos que hasta ahora estaban sujetos al sistema de licitación pública de principios activos del Servicio Andaluz de Salud.
Desde TevaFarmacia hemos entrevistado a diferentes actores del mundo farmacéutico para conocer su opinión: organizaciones colegiales, farmacéuticos, asociaciones profesionales y distribuidores. En esta segunda entrega hemos entrevistado a Angy García (técnico en farmacia y vocal de la Asociación de Profesionales de la Farmacia Asprofa), a Jesús Cruz (farmacéutico comunitario y vicepresidente de la Asociación Sindical de Farmacéuticos Adjuntos de Sevilla) y a José Rodríguez Cánovas (consejero de Cofares en Andalucía).
A todos les hemos hecho las mismas cinco preguntas.
Angy García, técnico de farmacia y vocal de Asprofa: “Hemos librado muchas batallas detrás del mostrador”
- Entrevista a Angy García
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¿Qué supuso la entrada en vigor del sistema para el farmacéutico?
Pues al sector farmacéutico nos cayó como un jarro de agua fría. Estábamos acostumbrados a poder ofrecer marcas o genéricos y los clientes la posibilidad de elegir el que quisieran; nos costó muchísimo que entendieran qué era la subasta. Ellos no se explicaban como Sanidad tenía el poder de decisión y que el propio médico o farmacéutico, que son realmente los profesionales de la salud y no algunos vestidos con traje de chaqueta en un despacho, no pudieran libremente dar la marca sin que el poder de la junta de Andalucía estuviera detrás. Y más les costaba entender que cada varios meses eso cambiara, ya que cuando salía una subasta nueva le teníamos que volver a cambiar la medicación y encima que no fueran laboratorios nacionales sino indios, chinos, eslovacos, etc. Hemos librado muchas batallas detrás del mostrador y muchas broncas que nos hemos ganado por parte de los pacientes. A veces somos el final de una cadena y nos llevamos nosotros las reprimendas.
¿Y para el paciente?
La falta de adherencia a los tratamientos. Ellos estaban acostumbrado todos los meses a sus cajitas de color verde, por ejemplo, y los comprimidos redondos de color rosa, y de repente le cambiamos el formato, color de caja, los comprimidos ya no son redondos y mucho menos rosa. Nosotros, como profesionales de la farmacia, tenemos que asegurarnos que cuando el paciente se vaya de la farmacia sepa perfectamente para qué vale cada caja de medicamentos que se lleva. Le escribimos en las cajas para qué patología es o incluso, si hace falta, hacemos un pequeño dibujo para que lo entiendan bien. Pero ¿qué pasa cuando es una persona mayor que no sabe ni leer, que hay muchos casos, y muchos que viven solos? Es un auténtico fastidio para ellos, ya que a veces abandonan el tratamiento o incluso se lo toman doble o a deshoras; es una auténtica locura para ellos.
El próximo 28 de septiembre finaliza la licitación de la primera subasta que no se va a renovar. ¿Cómo lo valoras?
Muy positivamente, sinceramente, creo que nos vamos a sentir liberados. Hace ya dos años largos, no existía ni Asprofa, desde el grupo de Facebook de “Anécdotas de la farmacia”, entre unos cuantos, empezamos a movernos para poder quitarlas. Estuvimos recogiendo firmas en la plataforma de change.org, un compañero hizo un cartel explicativo que cada farmacia que quería lo colocaba en una zona bien visible. Yo una mañana me levanté y se me ocurrió la idea de hacer un video donde, a través de unos folios que iba pasando de uno en uno, explicaba qué era la subasta y todos sus inconvenientes. Se hizo viral; en una semana conseguimos un millón de reproducciones sólo en Facebook. Más todas las reproducciones que hubo en WhatsApp, que de grupo en grupo se fueron pasando; incluso el video llegó a Italia, Bélgica, Francia... Hicimos ruido, queríamos que todo el mundo supiera que los profesionales de la farmacia estábamos en contra, y nos escucharon, que era lo que pretendíamos. Hace un par de meses, ya desde Asprofa, hemos empezado a hacer una campaña oficial, con más recogidas de firmas, con video y carteles, para intentar frenar la subasta a nivel nacional. Esperemos tener éxito y evitar otro desastre.
¿Qué supondrá esta finalización para el farmacéutico?
Pues una liberación total, no veo el momento que llegue y poder decirle al paciente qué marca quiere o qué genérico prefiere, podremos gestionar mejor todos nuestros stocks. Creo que muchos compañeros se sentirán como yo, el poder respirar tranquilos.
¿Y para el paciente?
Ellos obviamente van a salir muy beneficiados. Por fin después de tantos años van a poder elegir sus marcas y la caja de toda la vida que ellos conocen. Y también poder solventar el problema a los intolerantes a la lactosa, ya que muchos de los medicamentos de subasta la contienen y no podemos cambiarla. Sé de más de un cliente mío que se van a llevar una gran alegría.
Jesús Cruz, farmacéutico adjunto en Farmacia Inmaculada Díaz y vicepresidente de ASFAS: “Ha sido una lucha y entrega diaria”
- Entrevista a Jesús Cruz
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¿Qué supuso la entrada en vigor del sistema para el farmacéutico? ¿Y para el paciente?
Locura, caos, desencanto con el sistema… Son las sensaciones más comunes a ambos lados del mostrador. La farmacia ha tenido, una vez más, que reinventarse en muchos aspectos. El hecho de no contar con ciertos márgenes en los medicamentos subastados hacía inviable la ya de por sí difícil tarea de sobrevivir en base a la venta exclusiva del medicamento, debido a tantas bajadas de precios, OPRs, reales decretos… Y eso ha abierto a las farmacias otras vías de desarrollo, como la mayor y mejor gestión de la parafarmacia, las OTCs y lo que tanto está de moda y a lo que parece que nos estamos encaminado, el desarrollo de los servicios profesionales, siempre enfocados al bienestar del paciente. Este sería el lado positivo de la subasta, porque creo que es lo único que hemos ganado, eso, y el desarrollo lingüístico que al tener que explicar el funcionamiento del proceso de selección de un medicamento u otro de forma adaptada a todo paciente que lo preguntaba, cosa que, al principio, era en cada dispensación, para no hacerle caer en la desconfianza, ni hacia nosotros ni hacia el sistema. Ha sido una lucha y entrega diaria, si bien nos ha hecho mejores profesionales en lo que a la atención personalizada se refiere y quiero creer que hasta nos ha tornado en mejores sanitarios.
El próximo 28 de septiembre finaliza la licitación de la primera subasta que no se va a renovar. ¿Cómo lo valoras?
Sin duda es un hecho esperado y positivo. Esperado porque no era santo de devoción de los actuales dirigentes autonómicos cuando estaban en la oposición. Prometieron quitarla y de momento, parece, que cumplen. Para eso están los programas electorales. Lo aprendido, aprendido está. No creo que haya una sola persona que sea fan incondicional de la subasta. Si no te toca vivirla como profesional, te toca como paciente, y ha habido mucha información y desinformación sobre ella. ¿Si ha supuesto una forma de ahorro? Lo sabremos con el paso del tiempo, supongo.
¿Qué supondrá esta finalización para el farmacéutico? ¿Y para el paciente?
En primer término, equidad con el resto del territorio nacional; la delegación de competencias a las Comunidades Autónomas en determinadas materias, por muy justificadas que esté, puede suponer desigualdades entre los ciudadanos. En segundo lugar, quiero creer que tranquilidad. Sin embargo, sería un error relajarnos. Nos va a permitir flexibilidad de elección, tanto a profesionales como a pacientes, así como un aumento del grado de confianza del paciente hacia nuestra figura y al modelo de farmacia actual. Habrá menos protestas, menos explicaciones… al menos por tener que cambiar “el color de la caja”. Para la oficina de farmacia supondrá sin duda una cierta estabilidad económica a través de la gestión del stock multimarca, al menos hasta que otra injerencia política vuelva a trastocar nuestro día a día.
José Rodríguez Cánovas, consejero de Cofares en Andalucía: “El paciente andaluz no tenía capacidad de elección”
- Entrevista a José Rodríguez Cánovas
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¿Qué supuso la entrada en vigor del sistema para los distribuidores?
La entrada de las subastas para Cofares realmente afectó poco a la relación farmacia -distribución. Nuestro principal problema ha sido intentar evitar en su mayor medida los desabastecimientos de las moléculas de estos laboratorios de subasta con poca implantación en el mercado español.
¿Y para la farmacia?
Para la farmacia la subasta ha supuesto que la relación farmacia-paciente se haya deteriorado por no poderle ofrecer todo el vademécum que el resto de España tenía a su disposición, el paciente andaluz no tenía capacidad de elección en su medicación. El farmacéutico se ha visto obligado a tener que trabajar con desabastecimientos continuos y luchar por la adherencia de los pacientes a pesar de los continuos cambios de laboratorios de genéricos.
El próximo 28 de septiembre finaliza la licitación de la primera subasta que no se va a renovar. ¿Cómo lo valoras?
La mejor noticia para el paciente andaluz en años, vuelve a tener opción de elegir libremente su medicación, y para la farmacia una mayor seguridad en su forma de trabajar. De esta forma los desabastecimientos deben de desaparecer.
¿Qué supondrá esta finalización para los distribuidores?
Para la distribución todo lo que sea bueno para la farmacia es bueno para Cofares.
¿Y para la farmacia?
Para la farmacia andaluza es la mejor noticia en años, porque nos iguala con el resto de compañeros farmacéuticos españoles.
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