Ladrones de productividad

De la jornada laboral, ¿cuántas horas dedicas realmente a sacar el trabajo adelante? Y del tiempo que no aprovechas, ¿sabrías identificar quién o qué te lo ha “robado”? Hoy vamos a hablar de los “ladrones de productividad” o aquellas pequeñas interrupciones que hacen que nuestro día a día en la Oficina de Farmacia no nos cunda tanto como nos gustaría.

A lo largo de este post te contamos cómo identificar y combatir de una forma eficaz y eficiente los ladrones de productividad en la Oficina de Farmacia.



Cuántas veces nos viene a visitar a lo largo de la semana, el paciente hablador. Aquel paciente agradable y atento, que nos visita con gran frecuencia y que la mayoría de las veces su presencia no desemboca en venta, sino en pérdida de tiempo.



Con este cliente hay que ser amable y cordial como con cualquier otro, pero concreto y firme, tratando de llevar la conversación al quit de la cuestión: centra los mensajes siendo breve y conciso. Muestra interés por sus necesidades, y aprovecha sus silencios para dirigir la conversación hacia un buen cauce.



Las interrupciones son posiblemente uno de los enemigos más feroces de la Productividad. El delegado farmacéutico en este caso, a pesar de ser un gran aliado para el negocio de la Oficina de la Farmacia, puede convertirse en un ladrón de productividad si su visita no se gestiona bien.



Asigna un tiempo en tu agenda para la atención de los visitadores: te ayudará a encajar tus necesidades con las suyas. Si son proveedores habituales puedes hacerles saber que pueden llamarte en ciertas horas y cuándo les podrás atender mejor.



Otro ladrón de la productividad muy fácil de identificar pero no tanto de controlar son las pequeñas interrupciones como las llamadas de teléfono, whatsapp y los avisos de todas aquellas apps que tenemos instaladas en nuestro móvil.

Activar el buzón de voz, el modo silencio, dejar el móvil boca abajo, eliminar las notificaciones y evitar las redes sociales en tu horario de trabajo son formas sencillas de evadir a estos ladrones de productividad.



Por último, aunque te sorprenda, nosotros mismos podemos ser nuestro propio ladrón de productividad. El multitasking, o dedicarnos a realizar muchas tareas al mismo tiempo, es una mala costumbre en la que todos terminamos cayendo.



Para combatirlo, instaura un hábito muy sencillo nada más comenzar tu jornada: escribe una lista de tareas diarias y al final de la jornada, haz un check-list del día: ¿a qué tareas dedicas más tiempo?, ¿son las tareas más importantes?

Por último, incorpora herramientas de gestión empresarial digitales eficientes que automatizan determinadas tareas. Te ponemos el ejemplo de Famavalor, una herramienta de gestión económico-financiera dirigida al farmacéutico de la que ya te hemos hablado anteriormente y  que te permitirá analizar, planificar y corregir diferentes aspectos de tu Farmacia.



Y en tu Oficina de Farmacia, ¿has identificado cuáles son tus ladrones de productividad y cómo combatirlos?

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