Branding emocional: haz de tu marca profesional una identidad para tus clientes

Hace unos meses descubrí la teoría del Círculo de Oro de Simon Sinek, experto en liderazgo y gestión a través de un vídeo, donde describe en qué consiste. Es una teoría extremadamente simple y nos desvela su importancia en tres simples palabras: qué, cómo y por qué. 



Según el experto, estas tres palabras encierran en la actualidad la clave del éxito de las marcas en el mercado y del liderazgo empresarial y profesional. Se centra en responder el por qué algunas organizaciones y líderes son capaces de inspirar mientras otros no pueden.

Sinek apunta que: El 100% de las organizaciones saben qué hacen, algunas saben cómo lo hacen, pero muy pocas saben el “por qué” lo hacen.

El autor reflexiona y se pregunta, sobre cuál es el propósito, la causa o la creencia que nos lleva a tomar cierta decisión o a realizar cualquier cosa, para concluir con otra pregunta: cuándo se darán cuenta las organizaciones que más del 80% de las decisiones de compra están basadas en las emociones y no en la razón.

Efectivamente, la gente no compra lo que uno hace, sino el por qué uno lo hace. Creo realmente que, en dicha frase “empresas saben qué hacen, cómo lo hacen, pero muy pocas saben realmente porqué lo hacen”, encierra toda la esencia de su teoría. El por qué lo hacen, es lo verdaderamente importante para el consumidor: cuál es el propósito, porqué lo que hacemos, con qué fin, con qué creencia, porqué existimos. Y utiliza un ejemplo, poco original, eso sí, pero muy esclarecedor, como el de Apple. En el caso de Apple argumenta que ellos sí saben por qué lo hacen:

La esencia de Apple: “En todo lo que hacemos, creemos en el cambio del status quo, creemos en un pensamiento diferente.”

Pero las marcas, al fin y al cabo, son personas que imprimen una identidad y una relevancia. Por ello, Apple necesita de personas que transmitan al mercado la razón del porqué lo hacen.

De marca personal a marca empresarial

Nuestra marca personal como profesionales, trasciende a nuestra marca como empresa. Como profesionales farmacéuticos, hay que comprender y ser conscientes de la importancia evidente de la marca personal y profesional. No se trata de explicar a tus clientes por qué eres farmacéutico; más bien explicar que, como profesional de la salud y del bienestar, siempre estarás ahí para aconsejar y cuidar de tus clientes.

El establecimiento farmacéutico ya de por sí aporta una garantía y confianza, pero realmente quien imprime identidad y relevancia debes ser tú como profesional, junto con todas las personas al frente de la oficina de farmacia, para conseguir una marca emocional que conecte con tus clientes.

De marcas aspiracionales a inspiracionales

Ahora más que nunca se habla de que las marcas personales han pasado de ser aspiracionales a inspiradoras. Éstas últimas, tienen más capacidad de formar parte de nuestras vidas, porque podemos adaptarlas a nuestras necesidades reales, deseos y motivaciones en función de lo que queramos en cada momento. Y en el entorno de salud, debemos ser inspiracionales en el sentido, no solo de inspirar confianza y transmitir seguridad, también ser capaces de inspirar a nuestros clientes para que tengan mejor salud y bienestar.  

En esencia, una marca personal es una referencia simbólica que nos aporta garantías y confianza. Y en el entorno de salud, esto es de vital importancia, ya que estamos gestionando una parte vital de nuestra existencia como consumidores.

La marca personal, se construye día a día y es la suma de todo lo que haces y dices en el contacto directo de todas esas personas que han decidido entrar en tu oficina de farmacia.

Piensa en cómo puedes potenciar tu marca personal profesional y cómo puedes inspirar a tus clientes a mejorar su salud y bienestar.

Yo me acuerdo de las palabras del cocinero Pedro Subijana: “Irse a dormir todos los días pensando que has conseguido hacer felices a unas docenas de personas, te hace dormir bien”.