Farmacia Aina Surroca

Antonio Ramon: Los agentes sanitarios debemos cooperar a bien de la salud del paciente

Hablamos sobre la cartera de servicios con el farmacéutico de la Farmacia Aina Surroca de Barcelona y vocal de SEFAC Catalunya.

Antonio Ramon Muñoz farmacéutico en la Farmacia Aina Surroca de Barcelona. El establecimiento, que está a punto de cumplir 50 años -bajo diversas titularidades- se encuentra en el barrio de les Corts de la capital catalana. Allí atiende a un público variado, desde personas mayores hasta madres de media edad con niños y adolescentes o  parejas jóvenes que acaban de ser padres. ¿Qué servicios ofrecen? ¿Cómo ven la farmacia actualmente? Ramon, que también es vocal de SEFAC Catalunya, nos lo cuenta.

 

¿Qué son para vosotros los servicios y que podrían llegar a ser?

Siempre he creído que, como farmacéuticos, somos el primer peldaño en sanidad, antes incluso que la atención primaria. Por eso nosotros deberíamos hacer, en primer lugar, la criba o screening y después, con un pequeño informe o plantilla, derivar a los pacientes a la atención primaria. Hasta creo que -a nivel comparativo- si las enfermeras pueden prescribir nosotros también deberíamos poder. Por lo tanto, cualquier acción que nosotros hacemos como sanitarios, considero que es un servicio, al ciudadano y al paciente.

 

En este sentido, hay muchas acciones que se realizan en los centros de atención primaria -que están sobre saturados- que nosotros podríamos llevar a cabo y ser la solución para descongestionarlos. Por ejemplo, en el tema de vacunas o de seguimiento de diabéticos, asesoramiento del buen uso del medicamento, seguimiento farmacoterapéutico e interacciones, SPD, cribado, etc. En nuestro caso, nos informamos a través del Observatorio de distintos modelos, el británico, el australiano, etc. para tener referencias.

 

¿Qué servicios ofrecéis?

Nos adherimos a las campañas de las instituciones, del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, etc. como por ejemplo cribado de cáncer de colon, divulgación del buen uso del medicamento, temas de diabetes, hacemos programas de reciclaje sobre piel atópica, enfermedades de transmisión sexual, ahora estamos con las pruebas de detección de VIH, etc. También ofrecemos servicio nutricional concertado y hemos hecho SPD. A pesar de todo, ahora estamos adecuando la infraestructura interna para seguir avanzando en este aspecto.

 

 

¿Cuál es el principal obstáculo que os encontráis para ofrecer servicios?

El principal obstáculo es que, en sí, aquí no existe nada legislado al respecto. Por ejemplo, el poder realizar atención domiciliaria a personas mayores, tanto a nivel de llevar la medicación, tomarles la tensión arterial, controlar los niveles de glucosa, su perfil lipídico, etc. También en servicios de diabetes, EPOC, alergia; vemos ejemplos de otros países pero aquí lo tenemos por hacer. Además, existen vacíos legales y algunas reticencias. Por otra parte está el tema de la financiación. Algunos servicios tienen más coste de lo que realmente se cobra y deberíamos fijarnos en cómo lo hacen otros sistemas que son referentes en este sentido. Al final, tenemos que tener claro que lo más importante es el paciente, y a partir de aquí tenemos que cooperar todos a bien de su salud.

 

¿Cómo es y cómo debería ser vuestra relación con los especialistas y los profesionales de atención primaria?

Tradicionalmente no es como debería ser, no es demasiado fluida. Hemos vivido muy polarizados; con la crisis ambos sectores nos hemos sensibilizado y lo que queremos es acercarnos. Nosotros, por nuestra forma de trabajar en la farmacia, ya contactamos con especialistas, médicos de primaria y cabecera para diferentes consultas y opiniones sobre diversos temas. Pero en sí, las instituciones están mirando de acercarnos, y si nos queremos acercar, al principio, tenemos que ir un poco de su mano.

 

Por otro lado, el programa de estudios, que ahora funciona por créditos, tendría que ser también distinto; hay asignaturas que deberíamos realizar conjuntamente con médicos o con enfermeras.  Eso rompería barreras, reticencias y haría que habláramos la misma lengua para acercarnos, colaborar, ver la perspectiva del otro, e incluso hacer amistad y consultar ciertas dudas.

 

¿En qué medida utilizáis las nuevas tecnologías y las redes sociales en la oficina de farmacia?

Tenemos un Facebook aunque de momento somos activos en Twitter tanto la titular como yo; lo utilizamos para documentarnos sobre sanidad y seguimos a médicos y publicaciones nacionales e internacionales. Con los pacientes utilizamos otros canales. Ahora, por ejemplo, trabajamos con un sistema de consultas por whatsapp a través de un teléfono móvil de la farmacia. Para consultas pequeñas el whatsapp es más interactivo que un correo electrónico.

 

 

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